La camiseta está firmada por él mismo. "Aleksandr Mostovoi". La vemos colgada en el salón de la fama del Otkrytie Arena. Es lo primero que pueden apreciar los turistas, entre otras ilustres de Lev Yashin, Valentin Ivanov y Oleg Blokhin. Es una pared empapelada del típico rojo del Spartak Moscú. Tan rojas como la mismísima revolución rusa. O una revolución futbolística que él comandó. Por una década, fue el dueño del '10' del Escuadrón, como llaman los moscovitas a su equipo. Si vemos videos de archivo, diríamos que es Jorge Valdivia. Similitud que impacta. De gran remate. Hábil. Excelente pase y definición. Goleador. Imprevisible. Más sudamericano que europeo. Atípico en su país. Compartió época con Valeri Karpin y Dimitri Sychev. Jugó los mundiales de Estados Unidos y de Corea-Japón; las Eurocopas de Inglaterra 1996 y Portugal 2004. En clubes, sus 60 goles y la Copa Intertoto 2000, que disfrutó junto a Eduardo Berizzo, lo elevan a la categoría de ídolo en el Celta, en donde lo bautizaron El Zar de Balaídos. Con 235 partidos, es el extranjero que más veces defendió la camiseta que hoy visten Marcelo Díaz y Pablo Hernández.

"Los chilenos fueron pieza clave del éxito céltico en La Liga y en su selección", cierra el hoy embajador de la Copa Confederaciones en Moscú. Apaga la televisión, está viendo la Liga Rusa. Se sienta. Mismo pelo rubio, largo. Ojos azules. Acento español. "Joder, coño, ¿Empezamos la entrevista? ¡Porque en un rato juega el Spartak!", dispara.

¿Qué se habla de la selección chilena en Rusia?

La gente de fútbol, como yo, hemos analizado mucho a Chile. He visto sus partidos, sobre todo las finales que ganaron a Argentina en Copa América. Es un equipo muy compacto, que tiene individualidades, pero su conjunto es un bloque sólido. Creo que su jugador más importante es Alexis Sánchez. Para mí es uno de los 10 mejores jugadores del mundo. Brilla en la Premier League. Es goleador. Es un tipo que marca, que lucha, que pelea. Tiene todo. Acá en Rusia se sigue mucho la Premier League y Alexis es uno de los jugadores de más calidad. Es capaz de perder una pelota frente al portero y en segundos lo ves recuperando la jugada en la línea defensiva.

Usted fue delantero ¿Qué tiene Alexis que complica a los defensas?

Técnicamente es tremendo, es rápido, lo cual es trascendental para cualquier delantero. Quizás en mi época no era tan necesario, podías suplir la velocidad con otras habilidades. Hoy es imposible: si eres delantero, necesitas ser muy rápido, porque los defensas son tan veloces como los atacantes. Alexis es brutalmente rápido. Pero algo más importante, es que no tiene miedo. Es un tipo que va a todas, siempre presiona, lo que es muy importante. Hay tipos y tipos de delanteros. Están los oportunistas, que esperan cerca del área que les llegue un balón. Esos delanteros ya están obsoletos, ya no funcionan en el fútbol contemporáneo. Alexis siempre está por un lado, por el otro. Cambia perfiles. No tiene cansancio, no se agota. Eso te motiva muchísimo, cuando estás al lado de un jugador así, te contagias. En mi carrera jugué con muchísimos delanteros; claro, tener al lado a alguien como Sánchez, que no para, que se abre, que juega colectivamente, que presiona, es un plus colectivo. Es una pieza clave para Chile. El otro es Arturo Vidal.

¿Por qué?

Porque es muy completo. Me recuerda mucho el estilo de Diego Simeone. Vidal es un tipo que tiene de todo un poco: fuerza, pase, cabezazo, marca. En lo que Vidal supera a Simeone es en gol y no cualquier gol, sino goles importantes en la Bundesliga y en la Champions. Yo jugué contra el 'Cholo' muchas veces, y cuando vi a Vidal, con esa garra, ese coraje, enseguida me hizo recordar a Simeone, porque son jugadores con mucho carácter, muy agresivos. Siempre es clave tener jugadores como Vidal en el mediocampo. Te da el equilibrio necesario.

Destaca dos nombres de Chile ¿Cree que el éxito depende de individualidades o del juego colectivo?

Definitivamente es un equipo sólido en lo colectivo. Tiene nombres de clase mundial como Alexis y Vidal, también puedo sumar a Claudio Bravo, que pasó del Barcelona al Manchester City, pero definitivamente su éxito se basa en el equipo, en tener un cuadro sólido, compacto.

¿Cómo puede graficar esa afirmación?

¡Mirando la Copa América! Nada más. Recuerdo estar mirando en casa la final en Estados Unidos, el año pasado. Y era impactante ver a todos los jugadores chilenos como unas fieras, locos por el fútbol, con un carácter tremendo. En una final ante Argentina, con Lionel Messi en cancha, creo que no sólo te alcanza con tener una o dos individualidades superlativas. No. Tienes que tener algo más. Y ahí entra el juego colectivo. El compañerismo, ser camaradas, el amor por la camiseta, la concentración. En esa final, Chile dio clase de cómo ser un equipo compacto. Contra la Argentina de Messi no puedes ganar de otra manera, con uno o dos jugadores, porque Argentina tiene grandes nombres también, como Di María, Agüero, Higuaín, pero la diferencia es que ellos sólo fueron nombres, todo lo opuesto a lo que te estoy fundamentando, ellos eran individualidades ¿Fantásticas? ¡Claro que sí! Pero individualidades al fin y al cabo. Chile fue un equipo. Y eso es lo que veremos en la Copa Confederaciones. Eso queremos ver los rusos aquí, ese Chile.

¿Ve a Chile como candidato a ganar la Copa?

La verdad, sí. El éxito de Chile se basa en el mediocampo; si ellos controlan, ganan. Por eso los mejores son Alemania, Portugal y Chile. Entre ellos debería salir el campeón. Los tres son candidatos naturales. El campeón del mundo, sólido y engranado; el Portugal de Ronaldo, que fue sorpresa en la Euro, y Chile, que venció a Argentina.

¿Qué recuerda de Berizzo en el Celta?

Jugamos tres o cuatro años. Un defensa sólido, pero técnicamente muy bueno. Con una zurda excelente. Un tipo que no salía con un pelotazo, sino que le gustaba empezar el ataque con un pase en profundidad y pelota a ras de campo. Mucha calidad, el Toto. Fuimos muy buenos amigos, bromeábamos muchísimo, nos íbamos juntos a los entrenamientos, pero no era tan guapo como yo, era un poco feo. No sé como está ahora, creo un poco mejor… Lo vi el otro día dirigiendo al Celta, aprendió de mí seguramente (ríe).

¿Vio al Celta en la Europa League?

¡Claro! Los vi jugar a gran nivel en semifinales contra Manchester United. Una pena, porque mereció más el Celta. Propuso más y jugó mejor. Me gustó mucho el trabajo de Berizzo, su equipo jugó como él lo hacía, con carácter, fuerza, pero calidad y clase. Aplaudí al Celta del Toto y sufrí con la eliminación. ¿Dos chilenos juegan en el equipo, no?

Claro, el 'Toto' dirigió a Marcelo Díaz y Tucu Hernández en el Celta.

¡Sí! Claro… A Marcelo Díaz lo recuerdo porque jugó en el Hamburgo y en el Basilea. Es un enorme jugador. Me gusta porque es muy inteligente, todo el fútbol pasa por sus pies. Es lo que hablábamos antes, de tener un volante que te dé el equilibrio. Eso lo hace a la perfección en el Celta y con Chile. Hernández me sorprendió, no lo conocía y es un tipo interesante. Gran juego en mitad de cancha. Buena zurda. Los chilenos fueron pieza clave del éxito céltico en La Liga y en su selección. Son muy buenos, muy buenos. En el Celta no pueden estar jugadores de tercera categoría, es un equipo grande, con una afición tremenda. Y sólo deben estar jugadores como Díaz y Tucu, con categoría internacional.

¿Qué significa el Celta para usted?

En mi corazón siempre estará primero el Spartak de Moscú, porque ahí comenzó todo, es mi casa, mi familia, pero el Celta fue el equipo que me hizo saltar al momento más grande a nivel internacional. Los llevo en mi corazón, siempre. Estuve muchos años, marqué una época. Pero mi salida fue triste, me peleé con el presidente y me tuve que ir. Fue lamentable, sin cobrar, sin nada. No imaginé que pasara algo así, me tuve que marchar así. Me quedo con los 60 goles que anoté.

¿Por qué es importante para los rusos organizar esta Copa Confederaciones?

Es un torneo para probar si el país está bien en cuanto a los estadios, infraestructura, aeropuertos, medios de transporte, comunicación y organización. Es muy importante, porque nos dará una primera evaluación para medirnos en qué lugar estamos. Y no es fácil, porque Rusia es muy grande, es el país mas grande del mundo, todo cuesta mucho más, por las tremendas distancias que tenemos, imagínate. Pero todo se hace pensando en el Mundial 2018, ese es el gran objetivo. Pero aquí te puedo garantizar que todo lo que ha hecho la organización está perfecto. Todo funcionará en la Copa Confederaciones. Verás ahora cuando comience todo, los estadios son impactantes. Todo está muy bien, invito a todos los turistas y fanáticos del fútbol a que vengan a Rusia a disfrutar de un torneo que será maravilloso.

¿Cómo viven los rusos estos días previos?

La verdad, muy normal. Porque en mi país hay muchos otros problemas más serios. Ambiente, aquí en Moscú, hay bastante poco a falta de una semana y media de que se inicie la copa, pero no porque a los rusos no les guste el fútbol, sino porque también aquí hay muchos otros deportes tan o más populares que el fútbol. Está el hockey sobre hielo, los deportes de invierno. Y el fútbol no es el más popular. Por eso es importante esta Copa Confederaciones para la organización y para nosotros, los amantes del fútbol, incentivar a este deporte que tanto queremos. Quizás para ustedes el fútbol en Chile es una pasión enorme, porque lo más probable es que los otros deportes no sean tan populares, lo mismo en otros países de Sudamérica, también en México, en España. Lo viven de una forma muy diferente a los rusos. Llegas a Moscú y ves 50 equipos profesionales de otros deportes. Es impactante.

¿Qué diferencia tiene esta selección rusa con otras?

Ahora es bastante triste. Si hablamos sobre mi selección, veo que estamos en el lugar 63 del Ranking FIFA. ¡Eso nunca lo vivimos en nuestra historia! Eso nunca sucedió en nuestro fútbol ¿Pero sabes? Es normal. Y está bien que sea así, porque pierden, pierden y no ganan nada ¡Incluso los amistosos! Y no logran levantar cabeza y generar un buen equipo.

Veo que le afecta…

La verdad, sí. Es una lástima, porque no estamos como quiere la gente. El gran problema es que no hay un buen trabajo base en los equipos grandes, no se está haciendo un buen trabajo para formar jugadores rusos. Se traen muchas estrellas extranjeras, se pagan cifras astronómicas, pero no se realiza una captación de talentos y eso nos afecta mucho. Tampoco hay estrellas de nuestro fútbol en el extranjero, embajadores para los niños aquí en Rusia, que quieran ser como ellos, como en algún momento lo fuimos nosotros o como hace poco fue Andrei Arshavin. Todo esto radica en tener actualmente un equipo que no juega bien.