Desde que volvió a ser usado para el profesionalismo, el Estadio Cavancha ha dado algunos dolores de cabeza. Su pequeña capacidad y sus complejos accesos han sido todo un tema cuando Deportes Iquique ha debido recibir a los grandes. En su retorno, para la Copa Chile 2016 frente a la U, se decidió no darle espacio a los hinchas visitantes, lo mismo que en el duelo crucial por el Apertura frente a la UC.

Un derecho que, desde 2015, todo club local puede ejercer, y, en este caso, ese derecho es aconsejado para que las hinchadas rivales no se topen en un recinto con accesos pequeños. Pero para el choque de este domingo entre los Dragones y la U se había anunciado que los estudiantiles tendrían 200 boletos a su disposición.

Se había incluso negociado la forma de venta de entradas, pero la idea de Iquique se vio frustrada. La dirigencia nortina pensaba instalar a los visitantes en una galería mecano que fue puesta sin aviso, certificación ni documentación, lo que no fue aceptado por las autoridades.

Con la galería no autorizada y las entradas para los hinchas locales ya vendidas, la decisión fue la de inhabilitar esta tribuna y, como consecuencia, impedir el acceso para los fanáticos azules.