El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) se refirió al impasse que se registró esta mañana en el edificio de los Juzgados de Garantía, donde la jueza Karen Atala lanzó una taza de café a una mujer que la increpó por haber resuelto el cierre de una investigación en contra de un religioso franciscano acusado de presuntos abusos sexuales contra menores de edad. Al respecto, la organización manifestó que uno de los familiares reconoció haber increpado a la ministra por su condición de mujer homosexual, lo que fue rechazada por el Movilh.

"Uno de los familiares de las presuntas víctimas, la señora Paola Rosales, ha reconocido que increpó a la jueza Atala por su condición de mujer homosexual para criticar y oponerse a su decisión llegando a tratarla, según todas las versiones disponibles, de 'lesbiana de mierda'. En función de lo anterior, consideramos repudiable que en cualquier contexto y en cualquier lugar la orientación sexual de las personas sea utilizada para desacreditar u ofender a las autoridades o ciudadanos, como lamentablemente hoy ocurrió a la jueza Karen Atala, cuyo  amor por personas del mismo sexo es conocido en Chile luego de que un brutal y homofóbico fallo de la Corte Suprema la despojara de sus tres hijas el 31 de mayo del 2004 sólo por ser lesbiana", dice el Movilh a través de una declaración.

El texto agrega que "los discursos y acciones homofóbicas no son aceptables bajo ningún punto de vista, al igual como tampoco lo son el racismo, la xenofobia, la misoginia o cualquier otra forma de atropello o discriminación hacia condiciones naturales de las personas".

La organización señaló que "entienden el dolor padecido por las familias de las menores presuntamente abusadas frente a un fallo que consideran injusto y será en ese sentido la Justicia como conjunto la responsable de aclarar definitivamente si hay o no responsables de una causa que la jueza Atala debió sobreseer sin oposición de la Fiscalía y por estar con suspensión condicional".