La reforma a la constitución de Marruecos, que deberá ser aprobada en referéndum el próximo 1 de julio ha despertado molestia en grupos sociales. El Movimiento 20 de Febrero anunció protestas en diferentes ciudades del país para este domingo.
El proyecto transfiere parte de las competencias del actual monarca Mohammed VI al bogierno y al parlamento. Sin embargo, el movimiento considera como "limitada" e "insuficiente" la iniciativa, pues el poder del monarca como jefe de las Fuerzas Armadas y máxima autoridad religiosa de ese país. Los simpatizantes de 20 de Febrero plantean además la necesidad de la separación entre Estado y religión.
La reorganización de los poderes del monarca tampoco ha dejado contentos a los opositores a la reforma, a pesar de que Mohammed VI perderá la posición de presidente del gobierno y su capacidad para disolver las cámaras, facultades que serán asumidas por el Primer Ministro.