El líder de Libia, Muammar Gaddafi, le dijo a la BBC que es amado por todo su pueblo y negó que se hayan producido protestas en Trípoli.

El coronel Gaddafi aseguró que su pueblo moriría para protegerlo.


Además, se rió de la sugerencia de que abandone el país y afirmó que se siente traicionado por los dirigentes que le pidieron que renuncie.

Varios gobiernos en distintas partes del mundo siguen condenando los ataques contra civiles en Libia y este lunes la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo que Gaddafi "se debe ir ahora".

Hace unas horas la Unión Europea (UE) impuso sanciones al país, incluyendo un embargo de armas, la congelación de activos, así como la prohibición de viaje a Gaddafi y a su círculo cercano.

DESPREOCUPADO
Gaddafi dio las declaraciones en Trípoli durante una entrevista con el editor de la BBC, Jeremy Bowen, donde además participaron la periodista Christiane Amanpour del canal de EE.UU. ABC y un reportero del diario británico Sunday Times.

El mandatario libio reiteró que la gente que ha protestado en las calles se encontraba bajo la influencia de drogas suministradas por la red al-Qaeda.


Añadió que esas personas se apoderaron de las armas y que sus partidarios no estaban bajo órdenes de disparar.

Gaddafi acusó a los países occidentales de abandonar a Libia y dijo que éstos no tienen moral y que lo que quieren es colonizar el país.

Cuando se le preguntó si iba a renunciar, respondió que no puede irse ya que -afirmó- no tiene una posición oficial e insistió en que el poder está en manos del pueblo.


Gaddafi desmintió a aquellos que lo han acusado de tener dinero en el extranjero. Los retó a que muestren las pruebas.

Bowen indicó que el coronel estaba relajado mientras hablaba en un restaurante con vista al puerto de Trípoli, antes de partir a gran velocidad en una caravana conformada por decenas de vehículos.

"Parecía muy despreocupado por la presión extranjera, diciendo que el pueblo libio está con él, que el pueblo libio lo ama", indicó Bowen.

EN EL TERRENO
Gaddafi enfrenta un enorme desafío a su gobierno de 41 años. La revuelta opositora ya controla ciudades en el este del país y los disturbios también continúan en Trípoli y sus alrededores.

Informes señalan que este lunes se registró una protesta antigubernamental en un suburbio de la capital, así como combates en las inmediaciones de la población Misrata y un ataque de la fuerza aérea a depósitos de municiones en el este del país.

La semana pasada, alrededor de 100.000 personas huyeron de los disturbios contra el gobierno libio, de acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas.

El éxodo de trabajadores egipcios desde el oeste de Libia comenzó el miércoles, pero desde entonces se ha intensificado, señaló el corresponsal de la BBC en la frontera con Túnez, Jim Muir.

Cerca de 1.000 personas por hora están cruzando de Libia hacia Túnez, indicó nuestro corresponsal.

"MERCENARIOS Y MATONES"

Ministros de Relaciones Exteriores reunidos en una conferencia de la ONU sobre derechos humanos en Ginebra, hicieron un llamado al coronel Gaddafi para que abandone el poder.

Clinton acusó a Gaddafi y a sus seguidores de utilizar "mercenarios y matones" para atacar a civiles desarmados y ejecutar a soldados que se negaron a utilizar sus armas contra sus conciudadanos.

La secretaria de Estado de EE.UU. también expresó que aunque los buques navales de Estados Unidos se están colocando cerca de Libia, no se esperaba ninguna acción militar.

Cuando se le preguntó si EE.UU. respaldaría un posible exilio de Gaddafi, Clinton dijo que sería "un buen paso", pero insistió "que la responsabilidad debe privar por lo que ha hecho".


El Departamento del Tesoro anunció que había bloqueado US$30.000 millones en activos libios, la mayor suma congelada en toda la historia.