Su debut en Italia, a los 24 años, fue entre grandes. Es decir, entre algunas de las mejores voces líricas de su tiempo: eran el tenor Giuseppe Di Stefano, el barítono Ettore Bastianini y la mezzosoprano Giulietta Simionato en La fuerza del destino de Verdi. De alguna manera aquel primer paso en el país de la ópera prefiguró la carrera de Claudia Parada, soprano chilena que se transformó en una de las cantantes más importantes de La Scala de Milán y que hoy murió en Cagliari (Italia) a los 85 años. De acuerdo a declaraciones de su hermana Maritza Parada, ex directora de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles, la causa del deceso fue la complicación de una bronquitis.
La intérprete visitó además con cierta regularidad el Teatro Municipal entre los años 50 y 70 e incluso hacia el final de su carrera, en 1984, cantó en Chile en las óperas Aida y El trovador. "Aunque estaba radicada en Italia y se había casado allá, ella siempre se consideró chilena y a cualquier parte que iba se presentaba como tal. No es porque sea su hermana, pero creo que es la más grande soprano que ha tenido el país. Estuvo en todos los escenarios más importantes, incluyendo el Liceu de Barcelona o la Opera de Berlín, y también fue a Irán y Japón. Compartió con María Callas y fue dirigida por Herbert von Karajan, Gianandrea Gavazzeni, Antonino Votto y Tullio Serafin, entre muchos grandes maestros", afirma su hermana Maritza Parada, que hace unos años realizó una donación de sus trajes de ópera al Teatro Municipal.
Una de las características que distinguieron a Claudia Parada, que era específicamente una soprano dramática, era su gran ductilidad de repertorio: cantaba desde obras de Claudio Monteverdi, el creador de la ópera a principios del siglo XVII, hasta Jenufa de Leos Janacek o Wozzeck de Alban Berg, en pleno siglo XX. "Fue una de las pocas voces femeninas de los viejos tiempos que triunfó en el extranjero. Hubo dos cantantes chilenas que estuvieron en La Scala de Milán: ella y yo. Así que doble orgullo", comentó a La Tercera la soprano chilena Cristina Gallardo-Domas al enterarse de la noticia.
Claudia Parada, que no tuvo hijos ("se entregó por completo a los escenarios", dice su hermana Maritza), también fue pareja profesional en repetidas ocasiones del gran tenor español Alfredo Kraus y en sus inicios, de otro joven cantante hispano que recién comenzaba: Plácido Domingo.