William Nunn Lipscomb Jr., el profesor de la Universidad de Harvard que ganó el Premio Nobel de Química en 1976 por su trabajo sobre las estructuras moleculares, así como los problemas de los enlaces químicos, murió a los 91 años.
Lipscomb falleció el jueves por la noche, a causa de neumonía y complicaciones por una caída, en el Hospital Mount Auburn en Cambridge, Massachusetts, informó este viernes su hijo James Lipscomb.
Dos de los estudiantes de posgrado de Lipscomb y uno más que trabajó en su laboratorio han sido galardonados con el Nobel.
El profesor de la Universidad de Yale, Thomas Steitz, quien compartió el Nobel de Química en 2009, dijo que Lipscomb era un profesor que causaba inspiración y alentaba el pensamiento creativo.
"Fue un gran mentor, nos permitía trabajar libremente, pero también nos presentaba constantemente acertijos para que los explicáramos", dijo el primer estudiante de posgrado de Lipscomb en Harvard, Roald Hoffman, quien recibió el mismo galardón en 1981.
"De él aprendí la importancia de poner atención a los experimentos a pesar de ser un teórico (como lo era yo), y de no temer a la complejidad del mundo real", dijo por correo electrónico a The Associated Press Hoffman, quien es actualmente profesor de la Universidad Cornell en Ithaca, Nueva York.
Lipscomb nació en Ohio y se graduó de la Universidad de Kentucky. Trabajó cuatro años en la Oficina Federal de Investigación Científica y Desarrollo durante la Segunda Guerra Mundial. Se doctoró en el Instituto de Tecnología de California bajo la dirección de Linus Pauling, la única persona que ha ganado dos premios Nobel distintos de forma individual, el de Química en 1954 y el de Paz en 1962.
Lipscomb fue profesor de la Universidad de Minnesota durante 13 años antes de llegar a Harvard, donde continuó trabajando hasta que llegó a la edad obligatoria de retiro de la institución, a los 70 años.
Su laboratorio realizó algunas de las primeras investigaciones para descubrir las estructuras de proteínas de gran tamaño y otras moléculas complejas, incluyendo el agente anticancerígeno vincristina.
"Eso fue cuando nada se sabía sobre la forma en la que trabajan las enzimas en la química tridimensional y fue una de las primeras estructuras que cambiaron las cosas, una de las primeras tres", dijo Steitz.
Los estudiantes se referían cariñosamente a él como el "Coronel" por el tipo de educación que tuvo y porque él prefería que no lo llamaran doctor o profesor.
Le sobreviven su esposa y tres hijos. Pidió que no realizaran un funeral.
Lipscomb era humilde y solía tener un humor excelente, con el que hacía mofa de sí mismo, incluso después de que le entregaran el Nobel.
"Dijo algo como: 'sabía que había escrito muchos estudios buenos, pero no sabía que alguien los hubiera leído'", contó su hijo James.