Preston entró a trabajar en el rotativo en 1963 y fue una figura destacada al haber transformado la reputación del matutino a nivel internacional, según destaca hoy la versión dominical de ese diario, "The Observer".
Según los medios, el periodista murió en casa a causa de un melanoma, que le había reaparecido hace veinte meses y que le fue detectado por primera vez hace diez años.
Su hijo, Ben Preston, destacó hoy en el dominical británico "The Sunday Times" la "resistencia, valentía y sabiduría" de su padre y dijo que "fue querido hasta el final".
En su día, Preston introdujo un suplemento del periódico dedicado a asuntos de la actualidad de menor importancia, algo revolucionario en su momento pero que hoy es ampliamente utilizado por los diarios.
Tras dejar la dirección del "Guardian", Preston siguió trabajando como columnista para este periódico y su versión dominical, y su último artículo apareció el pasado 31 de diciembre.
La editora jefe del "Guardian" y el "Observer", Katharine Viner, dijo que Preston fue un director excelente y un hombre "generoso".
Por su parte, Alan Rusbridger, que le sucedió como director en 1995, señaló que la publicación tiene con él una deuda de gratitud.
"Peter personificó todas las mejores virtudes del periódico que editó con tanta distinción durante tanto tiempo. Él combinó gran integridad, dureza tenaz y humanidad con una real visión estratégica. El periódico tiene con él una inmensa deuda", agregó Rusbridger.