The Washington Post lo definió ayer como el político local más poderoso y astuto de su generación. Y, sin duda, era la figura local más influyente de Washington del último cuarto de siglo.
Subió, se derrumbó y volvió a surgir. Así se puede definir la historia de Marion Barry, uno de los alcaldes más emblemáticos que ha tenido la capital estadounidense en su hisoria y que ayer murió a los 78 años en el United Medical Center de esa ciudad.
Originario del sureño estado de Mississippi, Barry comenzó su carrera política como activista de los derechos civiles en las décadas de 1960 y 1970.
Carismático y con enorme popularidad, en 1978 fue elegido como alcalde de Washington representando al Partido Demócrata. Sus programas orientados a los sectores más desfavorecidos incluían la creación de empleos de verano para jóvenes, la asistencia a los trabajadores con menos ingresos para la compra de vivienda y la entrega de alimentación para los ciudadanos de más edad.
Además, según recuerda The Washington Post, durante su mandato le otorgó muchos puestos de trabajo a los ciudadanos negros en el gobierno local, especialmente en cargos medios que tradicionalmente eran ocupados por blancos. El mismo medio recuerda el gusto de Barry por viajar a La Vegas, vacacionar en el Caribe y reunirse con jefes de Estado de países de Africa.
Pero en 1990 Barry se convirtió, muy a su pesar, en figura nacional e internacional cuando fue arrestado en un hotel de Washington en una operación del FBI por consumo de crack. El video de la operación fue difundido.
Sus problemas de consumo de drogas y alcohol, sus affaires y sus problemas con los impuestos afectaron su prestigio.
Pero después de pasar seis meses por la cárcel y de asistir a un programa de rehabilitación, los electores le perdonaron sus "pecados" a Barry, quien logró uno de los regresos políticos más increíbles de la política estadounidense: en 1992 fue elegido como concejal de la ciudad y a fines de 1994 nuevamente ganó la alcaldía con un 56% de los votos. Asumió en enero de 1995 y estuvo al frente de la ciudad hasta 1999. Se alejó de la política activa y volvió en 2004 para ser elegido como concejal, cargo que ejerció hasta su muerte.