Muere Santiago Fuenzalida, una de las grandes promesas del rugby chileno

Para todos en el Country Club, el "Santi" era uno de los motivos de alegría en el vestuario. Integrado desde el año pasado al quince adulto del PWCC, Santiago Fuenzalida llevaba en sus venas el rugby, tanto como que su abuelo materno, Ian Campbell Maclean, es considerado el mejor jugador de la historia del país y candidato a integrar el Salón de la Fama de la International Rugby Board.

Sin embargo, el domingo Campbell sufrió uno de los golpes más duros de la vida, al enterarse de la muerte de su nieto en un accidente automovilístico en El Arrayán, luego de que, junto con otros compañeros de equipo, participara en el tercer tiempo de la Rugbytón, competencia de seven realizada en el Stade Français para apoyar a la Teletón, que fue precisamente ganada por Country.

Santiago iba en el asiento del copiloto cuando el conductor perdió el control en un área de curvas y el jugador sufrió lesiones que le resultarían fatales. "Puchas, estamos todos destruidos. El 'Santi' era una gran persona... Por desgracia iba sin cinturón de seguridad", explica Christopher Browne, octavo del PWCC.

Rodrigo Boye, secretario técnico de la Federación Chilena de Rugby y quien lo dirigió en el Mundial Junior B, comentó que "Santiago era una persona muy positiva, muy sana y es una tremenda pérdida, no sólo como jugador, sino como un chico que destacaba por sus buenas cualidades humanas".

En la Feruchi recuerdan que Fuenzalida "cumplió siempre papeles destacados en las divisiones juveniles. Además, en su club era entrenador de menores y arbitraba los partidos de los más chicos. Su compromiso era total".

Browne agrega que "él era muy completo, física y técnicamente: era capaz de jugar como fly, fullback, wing... En realidad manejaba todos los puestos de la línea de trescuartos. El brillaba en el equipo e iba a ser importantísimo en la Selección a nivel adulto".

Ian Campbell ponía en Santiago, como lo explicó en los sitios web de Feruchi y la IRB, las esperanzas de prolongar una tradición que comenzó en Colin Campbell, el bisabuelo, un escocés que jugó por Chile en los primeros partidos internacionales de fútbol.