Mohamed Sayid Tantawi, gran jeque de Al Azhar y una de las máximas autoridades religiosas de la rama suní del islam -con alrededor de mil millones de seguidores en el mundo,- murió hoy a los 82 años de edad de un infarto cardíaco en Arabia Saudita, donde se encontraba de visita para una entrega de premios, después de casi cinco décadas al frente de la mezquita y la universidad de esa institución musulmana suní, la más prestigiosa del mundo islámico.
Tantawi, nacido el 28 de octubre de 1928 en la aldea de Tama, en la provincia de Sohag, fue nombrado en 1996 a la cabeza de esa institución que representa la voz del islam moderado oficialista en Egipto y el mundo árabe.
El dirigente religioso ha protagonizado diversas polémicas por sus dictámenes religiosos, entre los que destaca la prohibición del velo integral o niqab, que cubre hasta la cara de la mujer. El año pasado, dictó un edicto religioso prohibiendo su uso en todas las escuelas femeninas dirigidas por la institución.
Entre sus intervenciones más controvertidas estuvo la declaración de que la resistencia contra la ocupación de Irak era legítima o que las musulmanas de Francia debían acatar las leyes del país de acogida y por consiguiente retirar su velo cuando se lo exigieran.
En una ocasión condenó la comisión de atentados suicidas en tierras palestinas, pero le llovieron tantas críticas que más tarde se desdijo.
Igual sucedió con el revuelo causado por las famosas "caricaturas de Mahoma" y su reproducción en los medios europeos. En un principio, Tantawi se limitó a criticar aquellos dibujos, pero más tarde, cuando la reacción popular se desbordó, su tono se volvió mucho más lacerado.
Al Azhar, que está financiada principalmente por el Estado egipcio, dirige colegios, universidades y otras instituciones educativas en Egipto, y envía profesores a otros países del mundo islámico.
Pese a que hay diferencias, se ha comparado con el Vaticano del mundo islámico.