Cinco japoneses, entre ellos una mujer y sus tres hijos, falleciieron durante este fin de semana como consecuencia de las fuertes nevadas registradas en la isla septentrional de Hokkaido, informó hoy la policía nipona.
Según los investigadores, Kazuyo Miyashita, mujer de 40 años, y sus tres hijos, Misa, Sayo y Daiki, de 17, 14 y 11 años respectivamente, fallecieron ayer después de que su coche quedó sepultado por la nieve en la localidad de Nakashibetsu, al noreste de la isla, que registró acumulaciones de hasta dos metros de nieve.
Tras ser alertados por un vecino, las fuerzas del orden tardaron hasta dos horas en rescatar a los cuatro ocupantes, que fallecieron envenenados por la inhalación del dióxido de carbono emitido por el vehículo, al quedar taponados el tubo de escape y las rendijas de ventilación por la nieve.
Mientras, hoy, Mikio Okada, nipón de 53 años, falleció después de que él y su hija de 9 años, Natsune, quedaron atrapados en su furgoneta por la fuerte nevada en una zona agrícola de la localidad de Yubetsu, al norte de la isla de Hokkaido.
Okada falleció tras ser trasladado a un hospital cercano mientras que la pequeña no sufrió ninguna herida de consideración y logró sobrevivir, informó la agencia Kyodo.
Ambos quedaron atrapados por la nieve cuando acudieron ayer sábado a visitar a un amigo y lograron refugiarse en una granja cercana donde hoy les encontró la policía después de ser alertados de su desaparición.
Además, ayer el primer vagón de un shinkansen (tren de alta velocidad japonés) descarriló en la localidad de Daisen, en la prefectura de Akita, al noroeste de Japón, debido a la gran acumulación de nieve, en un incidente en el que no se registraron heridos o daños significativos.
Mientras, en la prefectura de Aomori, al sur de la isla de Hokkaido, las nevadas récord de este año han provocado durante el invierno la muerte de hasta 12 personas en accidentes relacionados con la nieve, según informó el Gobierno local.
La Agencia Meteorológica japonesa ha mantenido para hoy la alerta amarilla en la zona norte del país ante la posibilidad de que se registren copiosas nevadas y por el riesgo de vendavales y avalanchas.