Dos soldados británicos murieron en sendos ataques en la provincia afgana de Helmand, lo que eleva a 173 el número de caídos del Reino Unido en Afganistán desde que comenzó la guerra en 2001.
Ambos ataques tuvieron lugar el sábado por la noche durante una operación cerca de la localidad de Gereshk, en el centro de Helmand.
Uno de los soldados, perteneciente al segundo batallón del Mercian Regiment, fue alcanzado por una granada y el otro, integrante de los Dragones Ligeros, murió al estallar un artefacto explosivo, informó hoy el ministerio de Defensa del Reino Unido.
El pasado miércoles perdieron la vida otros dos militares, un soldado raso y el coronel Rupert Thorneloe, comandante del regimiento de Welsh Guards, el jefe militar británico de mayor graduación muerto en el frente desde la guerra de las Malvinas contra Argentina.
Más de 700 soldados del Reino Unido y unos 4.000 norteamericanos participan en una gran ofensiva contra los talibanes en el sur de Afganistán.
"Los insurrectos están desesperados y recurren a tácticas desesperadas", comentó el general Eric Tremplay, portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán.