Seis soldados británicos de la Fuerza Internacional murieron en un atentado en la provincia de Kandahar, sur de Afganistán, la mayor pérdida de militares de Reino Unido en un sólo incidente en suelo afgano y como resultado de ataque enemigo, según informó hoy el Ministerio de Defensa en Londres.

Los militares murieron tras la explosión que afectó al vehículo en el que viajaban por el sur del país. 

Cinco soldados del Tercer Batallón del Regimiento Yorkshire y uno del Primer Batallón del Regimiento Duque de Lancaster realizaban ayer un patrullaje cuando su vehículo armado Warrior, el único tanque armado de Infantería utilizado por tropas británicas en Afganistán, fue blanco de una explosión.

Con las muertes aumenta a 404 el número de soldados británicos fallecidos en Afganistán desde octubre de 2001.

Esta es la mayor pérdida de militares para Gran Bretaña en un solo incidente en suelo afgano y como resultado de ataque enemigo.

El último hecho en el que murieron gran cantidad de soldados británicos ocurrió en 2006, tras la caída del aparato aéreo Nimrod, con la muerte de los 14 soldados a bordo, aunque ese incidente no se debió a un ataque enemigo.

Tras el anuncio, el primer ministro británico, David Cameron, calificó la jornada "como un día desesperadamente triste para nuestro país".

"Nos recuerda el enorme precio que estamos pagando por la labor que hacemos en Afganistán y el sacrificio que han hecho y siguen haciendo nuestras tropas", agregó.

"Creo que es un trabajo importante para nuestra seguridad nacional aquí, pero por supuesto estas tareas serán llevadas a cabo cada vez más por los soldados afganos y queremos ver que ocurra esa transición", continuó.

Por su parte, el ministro de Defensa británico, Philip Hammond, afirmó que "este trágico incidente nos hace entender los peligros que nuestras fuerzas armadas pasan cotidianamente en Afganistán". 

"Condeno de forma terminante a aquellos responsables por este incidente", subrayó.

Según Hammond, la coalición internacional "está en curso de construir una Afganistán que pueda pararse por sí sola cuando las operaciones de combate británicas finalicen al final de 2014 y nunca más se convierta en un paraíso para el terrorismo internacional".