La partida de la cantante Donna Summer y el reciente fallecimiento de Robin Gibb, cofundador de Los Bee Gees, han enlutado al mundo de la música disco. Estos dos artistas difundieron mundialmente la fiebre del sábado por la noche en los años 70, ritmo que a poco andar pasó de las discoteques las listas de éxitos musicales.
Gibb, uno de los tres miembros de los Bee Gees, falleció anoche a los 62 años. El cantante con voz de falsete e inconfundibles anteojos de colores, sufría de cáncer de colon e hígado, y estaba hospitalizado a raíz de una neumonía.
Tres días antes, la cantante estadounidense Donna Summer, que se hizo famosa por sus éxitos Love To Love You Baby y Hot Stuff, murió de cáncer a los 63 años.
Ambos popularizaron la música disco, surgida a fines de los 60 en clubes nocturnos de Nueva York y Filadelfia a los que concurrían afroestadounidenses, latinoamericanos y homosexuales. Este tipo de música es una mezcla de funk, soul y pop, en la que se asocian sintetizadores con cobres y cuerdas y un ritmo binario bien marcado. Los temas tienen un solo objetivo: hacer bailar.
Donna Summer se transforma en la "reina de la música disco" y los Bee Gees convierten este ritmo en un fenómeno mundial en 1977, con Fiebre del Sábado Noche, placa de la cual se extraen los títulos más famosos como Stayin' Alive y Night Fever".
La película Fiebre de sábado por la Noche, en la que los Bee Gees participan fortuitamente, difunde en todo el mundo los códigos de la música disco, su coreografía y su indumentaria.
De esta forma, la música disco invade las listas de éxitos musicales, interpretada por Chic, Gloria Gaynor, The Jacksons, The Village People, ABBA o Boney M.
Las estrellas del rock también adoptan la nueva moda: Diana Ross, Elton John y hasta los Rolling Stones ("Miss you" en 1978) interpretan temas de música disco.
Considerada ridícula por los aficionados al rock, la música disco empieza a declinar en 1979. No obstante, si bien sus estrellas desaparecen de las listas de éxitos en algunas semanas, la música disco impregnó la pop y la "dance music".
Más de 35 años después, artistas como Madonna o Gossip siguen usando música disco en sus álbumes.