Los inicios fueron auspiciosos. En 1943, el poeta Pablo Neruda y la académica Amanda Labarca fueron los gestores de la donación de dos mil piezas de arte popular e indígena a la Universidad de Chile. Argentina, México, Bolivia, Perú y Colombia participaron en la entrega que significó la promulgación de un decreto especial para la creación del primer Museo de Arte Popular Americano (MAPA) de Latinoamérica. Un año después, la institución abría sus puertas bajo la dirección de Tomás Lago, en el Castillo Hidalgo del Cerro Santa Lucía.

Sin embargo, después de 30 años de funcionamiento, período en que la colección creció con donaciones del propio autor del Canto General y de la escritora Marta Brunet, el MAPA fue cerrado tras el Golpe de Estado de 1973. Sus piezas fueron a dar a un depósito en el Museo de Arte Contemporáneo, también dependiente de la U. de Chile, y allí permanecieron por años, sin exhibirse.

Recién en 1995, una nueva directora, Silvia Ríos, gestiona el arriendo de una casa en calle Compañía con Cueto, donde comenzó a funcionar de nuevo el museo, aunque con un lento flujo de público.

A 70 años de su apertura, el MAPA acumula más de 7 mil piezas y desde hace cuatro años ha recobrado visibilidad gracias a la sala exclusiva que ocupa en el GAM.

Sin embargo, aún hay deudas pendientes. "Hemos calculado que las visitas han crecido en casi un 4.000%, es increíble", cuenta la artista y directora del museo, Nury González. "Hemos logrado darle un lugar más digno al arte popular, que muchas veces se tiende a ver como un arte menor, aunque es el reflejo más directo de nuestra identidad latinoamericana. Para el 2016 esperamos tener nuestra sede definitiva, parte del nuevo edificio que se construirá en el Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile", agrega.

Para las celebraciones de su aniversario, el MAPA acaba de abrir una exposición que reúne 210 objetos, una pequeña pero contundente selección de las dos mil piezas que se exhibieron en la primera muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes, cuando se recibieron las donaciones en 1943. Como complemento ahora se exhiben una serie de documentos, como folletos, catálogos, archivos de prensa y folletines que dan cuenta de la historia del museo y de los esfuerzos de sus fundadores. En paralelo, los archivos acaban de ser puestos a disposición pública en el sitio Memoria Chilena (ver recuadro).

"Era una época en que la Universidad de Chile tenía gran presencia en el país y se veía como parte del Estado. Además, después de la guerra se dejó de mirar como modelo a Europa y el interés se volvió hacia América Latina: había un interés en rescatar lo nuestro a través de instituciones concretas. Fue en esos mismos años que el rector Juvenal Hernández funda el MAC, la Orquesta Sinfónica y el Ballet Nacional, que también cumplen 70 años", explica Nury González.

Mundo popular

La exposición del MAPA reúne cerámica, alfarería, textiles, talla vegetal y otras técnicas mixtas realizadas durante la historia reciente de los pueblos latinoamericanos. Destacan, sin embargo, algunas piezas anteriores como exvotos mexicanos (ofrendas que se hacían a los dioses y se dejaban en santuarios), que datan del 1800. También hay piezas del mundo ecuestre, como estribos de propiedad de los jesuitas, de fines del siglo XIX. Se suman textiles y alfarería de los años 40 que recogen la herencia de la iconografía indígena, además de juguetes de madera. En una vitrina especial se exhibe la colección de cerámicas de Quinchamalí donada por Pablo Neruda, al igual que unas pequeñas figuras de exvotos brasileños. "En el último tiempo hemos seguido recibiendo donaciones de coleccionistas importantes, como los artistas Eduardo Vilches, Gonzalo Díaz; objetos plumarios de Paraguay, donados por Carlos Colombino y Ticio Escobar, o los objetos de crin de caballo de Samira Atala", concluye la directora.