Una mujer de 36 años, identificada con las iniciales M. T. C., se entregó este martes en la Subcomisaría de Cerrillos confesando que había dado muerte a sus dos hijos recién nacidos en los años 2008 y 2010.
Según explicó el subcomisario Mauricio Lara, de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), la mujer relató que en 2008 tuvo a su hijo "sentada en el inodoro" y que, tras ahogar su llanto con esa misma agua, lo envolvió en una bolsa, lo metió dentro de una mochila y "lo dejó en un tambor de aceite repleto de cachureos" ubicado en una bodega de su domicilio, una pieza ubicada en un cité en calle San Andrés 4116, en Cerrillos.
Luego, en 2010, la mujer confesó que volvió a tener a su hijo sola en su casa, aunque "esta vez se preparó mejor cuando sintió las contracciones y lo tuvo en un lavatorio". Y, tras cortar su cordón umbilical, "lo ahogó con un frazada hasta que dejó de llorar" y envuelto en ella lo colocó en el mismo tambor.
El subcomisario explicó que "nuestro personal encontró la bolsa, la mochila y restos óseos pequeños, los cuales fueron derivados al Servicio Médico Legal que ahora tendrá que determinar la data de ellos, la causa de muerte y a cuántos cuerpos corresponden".
La mujer, quien dijo tener cuatro hijos más, cuyos paraderos no han sido precisados aún, confesó haber matado a sus recién nacidos porque no sabía quiénes eran sus progenitores y porque estaba cansada de tener más niños.
Lara agregó que la mujer tiene antecedentes por el delito de parricidio el año 1994 en Chillán y en su declaración a la PDI confesó que en ese entonces había matado a su marido.
La mujer pasará este miércoles a control de detención en el 9° Juzgado de Garantías de Santiago y el caso pasó a la Fiscalía Regional Occidente.