A cumplir la pena de 27 años de cárcel fue sentenciada Lorena Espinosa, por los delitos de parricidio consumado y parricidio frustrado.
La mujer fue acusada por la Fiscalía Oriente de haber inyectado a dos de sus hijos el medicamento Tramadol, el que se utiliza en los cuidados paliativos en casos de enfermos de cáncer.
Producto de estos hechos el menor de seis meses de vida falleció, mientras que el niño de cuatro años sobrevivió.
Según Fiscalía de Chile, tras la sentencia el fiscal Álvaro Pérez señaló que "estamos satisfechos porque al cumplirse cuatro años de la muerte del menor de las víctimas, el tribunal condena a la madre y de esta forma esperamos que el padre y la familia de estos menores encuentren la conformidad".