Las cifras del Censo 2012 indican que en materia de posgrados -el rango más alto de la formación profesional- las chilenas redujeron la brecha con sus compatriotas varones. De los 16.634.603 habitantes del territorio nacional, cerca de 120 mil han cursado un posgrado.
La mayor parte (101 mil) son magísteres y es en este ámbito donde las mujeres más han ganado posiciones. A nivel general, el 42% de quienes han cursado una maestría son mujeres, pero ellas son más entre las nuevas generaciones.
De las 101.229 personas que han realizado ese posgrado (58.353 hombres y 42.876 mujeres), la relación es casi de dos a uno entre los mayores de 50 años (14.691 y 8.314), pero en el rango 20 a 24 años, hay 996 varones y 1.054 mujeres.
En la categoría 25 a 29 años también son más las mujeres (7.214) que los hombres (6.376). Incluso, ellas han ganado terreno entre los doctorados. Si en el rango etario de 50 y más años la relación es de tres a uno a favor de ellos (5.490) por sobre ellas (1.844), entre los más jóvenes (25 a 29 años) las cifras son más cercanas: 816 varones y 622 mujeres. Jaime Rodríguez, encargado de los posgrados en la U. Andrés Bello (Unab), señala que la disminución de las brechas por género "concuerda con el incremento en las últimas décadas de la presencia femenina en carreras de pregrado". Entre los menores de 20 años, hay 524.534 mujeres matriculadas en la educación superior y sólo 486.534 hombres.
CAPITAL HUMANO
No es la única brecha que se está cerrando. También se cierra el déficit de doctorados que existe en el país. Según el censo, más de 19 mil personas en el país han cursado un doctorado. De ellos, 12.856 son hombres y 6.330 mujeres.
Y si bien el Censo 2012 no es comparable con el de 2002, porque en ese se preguntó por años de estudio y no específicamente por posgrados, los datos del Consejo de Rectores muestran un crecimiento. En 2002 se graduaron 147 doctores en seis universidades. En 2011, casi una década después, 446 alumnos concluyeron con éxito sus doctorados en 15 casas de estudios superiores. Todas del Cruch. Para Rodríguez, el crecimiento de los doctorados "se debe al aumento significativo y consistente de becas de apoyo del Programa de Mejoramiento de la Calidad y la Equidad de la Educación Superior (Mecesup)".
El incremento en los magísteres Rodríguez lo atribuye a varios factores: "Ofertas de programas de continuidad del pregrado; incorporación de las universidades privadas; modalidades y horarios flexibles". Y destaca que la demanda, sobre todo del segmento más joven, por "enriquecer" sus capacidades laborales, "incentiva la creación de programas que permiten una diferencia y especialización en áreas específicas".
Hay estimaciones de que las cifras se incrementarán en los próximos años, debido a las becas (6.349 nacionales y 5.624 internacionales) de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt). ¿Es suficiente? "Aún estaremos por debajo del porcentaje que caracteriza a los países desarrollados", afirma el académico y doctor en ciencias Manuel Krauskopf.
Coincide el académico del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (Ceppe) Andrés Bernasconi: "Nuestro número de posgrados aún es muy bajo: por cada mil habitantes tenemos entre un tercio y un séptimo de los investigadores que poseen otros países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde)".
Agrega que si bien el número de habitantes que han cursado doctorados "es más alto de lo esperado", la cifra debe tomarse con precaución, "pues no todos hacen investigación".
Chile cuenta con cerca de 30 doctores por un millón de habitantes, en las naciones desarrolladas alcanzan los 100 investigadores y en los países escandinavos superan los 200 y 300 por cada millón de ciudadanos. Según el investigador de la UC, en Chile se invierte menos del 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en Investigación y Desarrollo (I & D). Cifra superior al promedio de Iberoamérica (0,55 %), pero lejos del 2,4% de las naciones de la Ocde.