Una cotización mensual más cara, pero una cobertura menor y un gasto de bolsillo mayor, tienen las mujeres en las isapres. Así lo reveló un estudio de la Superintendencia de Salud que analizó con enfoque de género el sistema de aseguramiento privado.
De acuerdo al trabajo, hasta un 66% más paga una mujer de 35 años, sin cargas, por su plan de salud de isapre versus un hombre de la misma edad y en igual condición. Ello, pues un hombre de 35 años tiene una cotización pactada que promedia los $ 61.273 mensuales por un plan individual. En cambio, una mujer de la misma edad desembolsa al mes $ 102.106, es decir, más del doble, por el mismo tipo de contrato (ver infografía).
El estudio además revisó la cobertura efectiva promedio que tienen los planes de salud de los afiliados y su evolución durante la última década. Así, se detectó que los niveles de bonificación han disminuido en desmedro de las mujeres, pasando de 63,4% en 2005 a 62,3% en 2015. Sin embargo, para los hombres la situación ha sido opuesta: la cobertura aumentó de 64% a 66,9% en el mismo período.
Además, si se compara la bonificación por género que entregó el sistema en 2015, se detectan claras diferencias en favor de los hombres, cuya cobertura superó en 4,6% puntos a la que tuvieron las mujeres.
Esta situación queda de manifiesto al comparar las coberturas hospitalarias y ambulatorias de los planes de salud de ambos géneros, donde los cotizantes masculinos tuvieron un 58,9% y un 73,6%, respectivamente, versus el 54,7% y 69,3% de las beneficiarias
En consecuencia, debido a una menor cobertura, el gasto de bolsillo de las afiliadas es más alto. Y así lo demuestra el estudio al determinar que el año pasado hubo una brecha de 4,6 puntos porcentuales en favor de los hombres, pues las mujeres tuvieron copagos de 37,7%, mientras que el de ellos fue de 33,1%.
Cambios al sistema
El que las mujeres en edad fértil paguen más se explica por la lógica de seguro individual con que operan las isapres, donde el mecanismo de compensación de riesgo se basa en sexo y edad. Además, se funda en datos que muestran que ellas usan más el sistema, con más prestaciones y licencias médicas.
Al respecto, el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, sostuvo que "si estamos hablando de seguridad social, no basta decir que los que gastan más deben pagar más, pues la lógica de esta es hacerse cargo de esas diferencias y generar solidaridad entre sanos y enfermos, jóvenes y adultos mayores, y hombres con mujeres, para darles más eficiencia social a las coberturas de salud". Agregó que el modelo de aseguramiento individual "es contradictorio con los principios básicos de la seguridad social" y que las discriminaciones por sexo y edad del sistema privado "no cuentan con legitimidad social".
Rafael Caviedes, presidente de la Asociación de Isapres, coincide en que la actual tarifa diferenciada por riesgos individuales debe cambiar: "Somos partidarios de un mecanismo más justo que permita solidarizar las tarifas y todos contribuyamos por igual al financiamiento del sistema privado de salud. Pero ello debe ser resuelto por ley".
Existe consenso sobre la necesidad de reformar el funcionamiento de las isapres y, para ello, en 2014 el gobierno convocó a una comisión de expertos que acordó sus bases. Se trata de un plan llamado Conjunto de Beneficios de Salud (CBS), igual en todas las isapres y con la misma tarifa para los afiliados de una aseguradora, que podría ofrecerse en distintas redes de prestadores, junto con un fondo compensatorio entre las firmas que permitiría poner fin a la cautividad y terminar con las discriminaciones del sistema.
Sin embargo, el proyecto comprometido, pese a que ya estaría elaborado, no ha sido enviado al Congreso.
"Todos los expertos, de todo signo político, han concluido lo mismo: se requiere un plan único con precio conocido, copagos máximos acotados para atención ambulatoria y hospitalaria, y que sea idéntico para cada isapre", dijo el ex ministro de Salud Jaime Mañalich, quien agregó que "pese al consenso, no se avanza".
Para el economista Andras Uthoff, el estudio "confirma la presencia de una tendencia al descreme en la industria de las isapres. Esta selección ocurre como resultado de la preferencia del asegurador por individuos que se espera sean rentables", dijo, junto con agregar que las alternativas para superar esa situación están en el proyecto de ley ya elaborado y "que el Ministerio de Hacienda se niega a considerar".
Sobre esto, la ministra de Salud, Carmen Castillo, dijo que como medida "estratégica" el proyecto se presentará en 2017 al Congreso para que lo tramite el próximo gobierno. "Tenemos la voluntad de dejarlo ingresado. Es una ley amplia y no puede ser tramitada a corto plazo, pues obliga a mejorar Fonasa e incorporar principios de salud pública".
En vista de la demora, la Comisión de Salud del Senado acordó tramitar el proyecto de reforma a las isapres presentado durante el gobierno pasado.