En 2016, las mujeres fueron más proclives a postergar la edad efectiva de jubilación. Los hombres, no tanto. Eso al menos se concluye de una serie estadística solicitada a la Superintendencia de Pensiones (SP), que arrojó que el año pasado las mujeres que se acogieron a retiro lo hicieron, en promedio, a los 61,9 años. Es decir, casi dos años más que la edad mínima de 60 años establecida en la ley.

El fenómeno no es nuevo. En los últimos tres años (ver infografía), las mujeres se han jubilado en torno a los 62 años promedio, mismo número que se observa, con variaciones menores, entre 2005 y 2008. En el intervalo, de 2009 a 2013, la edad de retiro media en este género se vio fuertemente impactada por el beneficio del bono por hijo, que comenzó a implementarse tras la reforma previsional de 2008.

Esa política pública llevó a que mujeres que, estando ya sobre la edad de pensionarse, se afiliaran a una AFP y cotizaran por una vez para acceder a tal beneficio, elevando así el promedio a 70,9 años en 2011.

Las razones tras el fenómeno son las bajas pensiones que perciben las mujeres, además de la brecha que existe por género, lo que sería un incentivo para aplazar el retiro por parte de ellas, señalan expertos.

"Probablemente, las mujeres están postergando la edad de jubilación a raíz de las pensiones significativamente menores que obtienen en relación a los hombres", manifiesta Vicente Lazen, director de RegFin y ex intendente de fiscalización de la SP.

Los hombres que han hecho imposiciones previsionales por entre 30 y 35 años, promedian una jubilación 55% mayor a las de mujeres que han cotizado por igual período, según datos recientemente publicados por la SP.

También hay otros motivos. José Luis Ruiz, integrante de la Comisión Bravo y director del Magíster en Finanzas de la Universidad de Chile, afirma que "a los 60 años uno no se siente viejo. A esa edad, ellas todavía se sienten activas".

Coincide Lazen: "En general, las mujeres están físicamente en condiciones más favorables que los hombres a los 65 años (edad legal de jubilación para ellos). A estos, desde una perspectiva de salud, les cuesta más postergar la pensión".

Ahora bien, ¿qué pasa con los hombres? En 2016, los varones promediaron una edad de retiro por vejez de 65,7 años. Es decir, el dato medio implica que se jubilaron prácticamente según lo establecido en la legislación. Aunque al ampliar el período de análisis, se distingue una baja en la edad de pensionarse por parte de ellos. Si bien este descenso no es de gran magnitud, sí es sostenido. En 2005, el promedio fue de 66,4 años.

Esto se debe, de acuerdo a Ruiz, a que hay un grueso de hombres que "está tomando beneficios porque, en el fondo, ven que no van a mejorar mucho más su pensión".

Hasta ahora no hay certeza si la reforma previsional, cuyo proyecto de ley ingresaría este año al Congreso, tendrá entre sus contenidos un aumento de la edad legal de jubilación, sea para hombres o para mujeres.

Lo que está claro es el mensaje de la Presidenta Miche-lle Bachelet, en agosto de 2016, cuando anunció los lineamientos para dicha reforma. "Debemos hacernos cargo también de que nuestra sociedad, su demografía, va cambiando, y eso supondrá cada vez mayores exigencias al sistema de pensiones. Por eso, deberemos realizar cambios de parámetros que se usan para estimar las pensiones y asegurar que el sistema no sólo sea justo, sino sustentable", dijo en esa ocasión. Posteriormente, en una entrevista, sostuvo que, de homologarse la edad de pensión de hombres y mujeres, "hay que pensar en otras compensaciones" para ellas.

Vejez anticipada

La edad promedio para la jubilación anticipada -beneficio que permite pensionarse antes de cumplir la edad establecida por ley, siempre que se cumplan ciertos requisitos- exhibe un aumento constante en ambos géneros.

Si en 2005 las mujeres lo hacían a los 54,1 años, en 2016 la media fue de 57 años. Los varones, en tanto, pasaron de 56,6 años a 59,6 años, en el mismo período.

Una de las causas radica, sostiene una fuente del sector, en los mayores requisitos para acceder al beneficio. Actualmente, esos requerimientos son obtener una pensión igual o superior al 70% del promedio de las remuneraciones imponibles percibidas y rentas declaradas, y obtener una pensión igual o superior al 80% de la pensión máxima con aporte solidario.

"Hay una variable que, quizás, sea la más significativa para explicar esto. Y está en los rendimientos de las tasas libres de riesgo, que afectan directamente a las tasas de rentas vitalicias y retiro programado, reduciendo la pensión a la que pueden acceder las personas (por este mecanismo)", explica Lazen.