Aun cuando la separación implica un fracaso amoroso, menos entradas económicas al hogar y una autoestima dañada, las mujeres reportan mayor felicidad que los hombres tras el divorcio. Así lo sostiene un estudio de la Universidad de Kingston, en Reino Unido, luego de seguir a 10.000 personas por más de 20 años.
De acuerdo con la investigación, ambos sexos suelen mostrarse significativamente más satisfechos después del divorcio que durante los cuatro años que precedieron la ruptura. Aunque en ambos casos su felicidad está bajo el umbral de lo que reportaban antes de casarse.
Pero una vez concretado el divorcio la diferencia se hace más notoria entre sexos. A partir del segundo año, ambos alcanzan niveles de felicidad sobre la línea de base, pero los hombres caen significativamente, y vuelven a remontar hacia el quinto año. En las mujeres, en cambio, la satisfacción posdivorcio es, a partir del año y medio, siempre sobre los índices de felicidad previos al matrimonio, lo que mantiene constante.
"El hallazgo interesante es que después del divorcio, las mujeres tienden a reportar grados de felicidad que son incluso superiores a los reportados antes del matrimonio (su línea de base), lo cual no es el caso de los hombres. El salir de un matrimonio infeliz de larga duración podría tener un efecto estimulante más fuerte para las mujeres", dice a La Tercera Yannis Georgellis, investigador de la Escuela de Negocios de la universidad londinense y líder del estudio.
EFECTO SOLEDAD
Susana Infland, sicóloga especialista en parejas y presidenta del Colegio de Sicólogos Clínicos de Chile dice que tras la separación desaparece la causa del conflicto y eso motiva que especialmente la mujer -si ha sido muy criticada o dominada- se sienta más satisfecha. "Además, ella queda en muchas mejores condiciones, en general, porque suelen quedarse en la casa, con los niños, las mascotas. Pero el hombre se va con una maleta. Ella sigue con su infraestructura, generalmente con el grupo social, tiene más recursos emocionales. El hombre no habla mucho de sus cosas, no tiene a quién recurrir", asegura.
Eso hace que los hombres resientan, sobre todo, la ausencia de los hijos, se sienten más solos y tengan más posibilidades de depresión. Eso explica también por qué tienden más que ellas a contraer segundas nupcias.
Pablo Beytía, sociólogo de la U. Católica, dice que en Chile no se han hecho estudios que muestren diferencias por sexo. Lo que sí aparece es que los divorciados son menos felices que los solteros y, sobre todo, que los casados, que son quienes muestran los mayores índices de felicidad. "Con el divorcio hay un quiebre en las relaciones familiares, se puede adaptar, pero aun así los conflictos económicos y legales se mantienen al menos a un mediano plazo, sobre todo si tuvieron un hijo. Comparado con otros países, en Chile la pérdida de pareja parece afectar más negativamente ", sostiene.