Fue el primero que puso el grito en el cielo, incluso antes de que la FIFA sancionara a Luis Suárez, tras morder a Giorgio Chiellini, en el partido que Uruguay terminó ganando 1-0 a Italia en la primera fase del Mundial de Brasil. "No vi que haya mordido al italiano", dijo el Presidente uruguayo, José "Pepe" Mujica, la semana pasada. Y el domingo, cuando recibió al seleccionado charrúa en Montevideo, dio rienda suelta al estilo polémico que lo ha hecho conocido: "En la FIFA son una manga de viejos hijos de puta", señaló.
Los dichos de Mujica fueron bien recibidos por algunos sectores en Uruguay, un país futbolizado que transformó a Suárez en un héroe porque, según ellos, recibió un castigo injusto (cuatro meses de suspensión). Pero no todos están de acuerdo con la forma en que se pronunció el mandatario.
"A nivel internacional esto lo perjudica. A nivel local no, porque el fútbol apasiona mucho. Pero el vocabulario de Mujica no satisface a todo el mundo, aunque nosotros hablemos así", explicó a La Tercera la cientista política uruguaya Adriana Raga, directora de la consultora Cifra.
A Mujica le quedan pocos meses en la Presidencia. El 26 de octubre son las elecciones y en marzo de 2015 asumirá el sucesor del deslenguado gobernante. El gran favorito es el ex Presidente Tabaré Vázquez, quien al igual que Mujica milita en el Frente Amplio, pero posee un perfil completamente diferente al del jefe de Estado. Vázquez es médico de profesión, tiene imagen de moderado en temas valóricos y no apoyó del todo la legalización de la marihuana, la ley que le dio a Mujica cientos de titulares en la prensa extranjera.
Aunque desde que asumió el poder, en 2010, Mujica nunca tuvo pelos en la lengua, en las últimas semanas acentuó aún más el tono de sus dichos. En mayo, durante un viaje a Washington, dijo que los uruguayos "no son muy trabajadores", algo que le valió duras críticas.
"Mujica es así. Dice lo que piensa, sin calcular y sin cuidar el estilo. Es honesto, frontal e informal. Esta forma de actuar ha sido funcional a su despegue político, tanto dentro como fuera de Uruguay. Sin embargo, cada tanto, lleva su frontalidad más lejos de lo razonable y termina perdiendo prestigio. Es probable que este sea un caso de esos", dice a La Tercera el analista político Adolfo Garcé, de la Universidad de La República de Montevideo.
La reacción de Mujica, como la que tuvo con la FIFA, es un reflejo de su personalidad, que tanto llama la atención de medios como la revista The Economist, que en 2013 eligió a Uruguay como país del año y a su presidente como "pensador global".
"PRESIDENTE MAS POBRE"
Este ex guerrillero, que pasó 13 años en la cárcel (1972-1985) durante la dictadura en su país, se ganó la simpatía de muchos por su estilo campechano: no sólo evita la corbata, que califica como un "trapo miserable", sino que prácticamente no tiene escoltas, vive en una parcela y declaró un patrimonio de US$ 1.920. Así, se proclamó como el "Presidente más pobre del mundo".
"A nivel mundial, Pepe Mujica tendrá una imagen tipo Nelson Mandela, pero en Uruguay no tanto. Se lo juzga más por otras cosas. Se valora su forma de ser sincero, pero no tanto por lo que habla, sino por lo que hace". En ese sentido, esta politóloga sostiene que el mayor logro de Mujica fue posicionar a un país pequeño de apenas 3,3 millones de habitantes en el escenario internacional. Sin embargo, en temas como la seguridad y la educación, los uruguayos no están conformes.
Justo esta semana, el Ejecutivo presentó ante el Parlamento el último proyecto de Rendición de Cuentas, con cifras que distan de ser positivas. Según la agencia EFE, se pronosticaba un déficit público del 3,3%, una inflación del 8,8% y un crecimiento económico del 3%. Pero Mujica entregó otros números para defender su gestión. En una entrevista con Radio Uruguay dijo que desde 2005 la caída del desempleo y la pobreza ha sido continua y que el país ha tenido un crecimiento anual promedio del 5,6% entre 2004 y 2013, por encima de la media de América Latina. "La inversión externa alcanzó 3,7% del PIB y esto es muy alto si lo comparamos con lo que ha acontecido en la región", aseguró Mujica. Eso también llevó a que el desempleo en Uruguay se sitúe en un 6,5%, con un aumento del 47% en el sueldo real.
"Podrían haber sancionado", dijo al criticar la situación de Suárez. "Pero no sanciones fascistas", agregó, fiel a su controvertido estilo.