"Hay una posibilidad real de que terminemos trabajando junto a Marco Enríquez", afirmó ayer el diputado y presidente del PRI, Jaime Mulet.
El parlamentario admitió que aunque el abanderado de esa colectividad es el senador Adolfo Zaldívar, su postulación no ha prendido en la ciudadanía y que lo más probable es que baje su candidatura.
"Hay que decir las cosas como son", enfatizó en una entrevista a Radio Amiga, de Vallenar.
Mulet agregó que en ese escenario, los seguidores del senador "colorín" quedarán con libertad de acción y que la candidatura de Enríquez "es lo más parecido, sin ser igual, a lo nuestro".
"El sale de la Concertación aburrido de las cúpulas y en eso tenemos el mismo origen", precisó.
En el comando de Enríquez-Ominami señalan que si bien existen diferencias importantes con Zaldívar, especialmente en temas valóricos, sí estarían dispuestos a apoyar a algunos diputados como, Alejandra Sepúlveda y Pedro Araya.
Enríquez-Ominami visitó ayer Coanil junto a Marcelo Trivelli y su esposa, Andrea Zondek. La actividad fue interpretada como un nuevo gesto al ex intendente de Santiago, que renunció a la DC en julio para adherir a su candidatura presidencial.
A su vez, el viernes pasado, en un encuentro que sostuvo con economistas e investigadores del Instituto Libertad y Desarrollo, Enríquez-Ominami hizo una revelación que sorprendió a muchos de los presentes.
Pese a que en su campaña ha debido marcar diferencias con la Concertación y los gobiernos oficialistas, el candidato independiente afirmó que de llegar a La Moneda, le gustaría tener en su gabinete a la actual ministra de Vivienda y militante de la DC, Patricia Poblete.
"A ella le pediría que se quedara", afirmó luego de evaluar positivamente su gestión y contraponerla con la política de vivienda que hubo durante el gobierno de Eduardo Frei.