El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil multó hoy al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), la formación de la presidenta Dilma Rousseff y de su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, por irregularidades detectadas en las cuentas partidarias presentadas en 2009.
La condena impuesta por la máxima autoridad electoral brasileña obliga al PT a pagar una multa de 4,9 millones de reales (unos 1,6 millones de dólares) y le impide recibir durante los próximos tres meses su parte en los fondos públicos que el Gobierno distribuye entre los partidos para financiarlos.
Los miembros del tribunal, por unanimidad, reprobaron parcialmente las cuentas presentadas por el partido oficialista en 2009 para justificar el uso de los recursos públicos que recibió.
De acuerdo con los magistrados, el PT dijo haber usado los recursos del llamado Fondo Partidario en 2009 para pagar un préstamo que contrajo en 2003 con el Banco Rural y que, según las investigaciones, fue simulado.
El tribunal concluyó que el considerado préstamo nunca fue desembolsado por el Banco Real y que en realidad se trató de una artimaña para justificar recursos recibidos por el partido irregularmente en el marco de la gigantesca trama de corrupción que puso a temblar al Gobierno de Lula en 2005.
Por ese caso de sobornos en el Parlamento fueron condenados 25 empresarios y políticos, entre los cuales prominentes dirigentes del PT, como el entonces presidente de la formación, José Genoino, y el exministro de la Presidencia José Dirceu.
Tras calificar como irregular el uso del Fondo Partidario para pagar una deuda ficticia, el relator del proceso, el magistrado Gilmar Mendes, determinó un significativo aumento en la multa que ya había sido impuesta por un juez de primera instancia, y su decisión fue seguida por la mayoría de los miembros del tribunal.
"Fue un hecho notorio. El presidente del banco y el presidente del partido fueron condenados por esos hechos. La Corte Suprema concluyó que (la deuda) era una simulación", afirmó el magistrado Luiz Fux, al rechazar el argumento de los abogados del PT de que no existían pruebas de que el préstamo era irregular.
El Partido de los Trabajadores se abstuvo de comentar la condena de la justicia electoral y tan solo anunció que presentará un recurso contra la decisión.
La condena al partido oficialista se conoce en momentos en que el Gobierno enfrenta índices récords de impopularidad por el ajuste fiscal que anunció para impulsar la economía, que este año puede sufrir una contracción del 1,0 %, y por el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras que salpicó a unos 50 políticos, en su mayoría de partidos que apoyan a Rousseff.