Los gremios productivos de la zona pusieron distancia respecto del anuncio. El presidente de la Multigremial de La Araucanía, Luciano Rivas, destacó que "son medidas que encontramos tardías; algunas resultan livianas y otras son cosas que ya están funcionando. Sin embargo, de los puntos favorables es que, de una vez por todas, se hace un mea culpa y públicamente se pide perdón a las víctimas".
Ricardo Ariztía, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), indicó que el plan "es una declaración de intenciones que genuinamente busca hacerse cargo del conflicto histórico que afecta a la región, pero que adolece de iniciativas inmediatas, que respondan a la urgencia de soluciones que se requiere en La Araucanía".
Añadió que "precisamente porque somos conscientes de que se trata de un trabajo de largo plazo, es que hubiésemos esperado que este anuncio se realizara hace tiempo y no a meses de que concluya el mandato de este gobierno. Lamentablemente, nada garantiza que la reparación a las víctimas, el fomento de las inversiones, la infraestructura, el desarrollo productivo y el capital de trabajo contarán con los recursos para su ejecución".
La reacción de los agricultores de Malleco fue planteada por su presidenta, Gloria Naveillán: "Las medidas en el tema económico no tienen ninguna novedad con respecto a todos los planes de La Araucanía que hemos venido escuchando durante los últimos diez años. Y nos preocupa que se insista en solucionar los problemas de las víctimas de atentados por la vía económica".
El presidente de los camioneros de La Araucanía, José Villagrán, sostuvo que "no fueron muchos anuncios, pero quedamos conformes con que la Presidenta reconozca que también hay víctimas actuales".