La selección argentina sumó hoy su segunda victoria (85-81) en tres partidos de la Copa del Mundo de Básquetbol España 2014, pero ésta fue más trabajada de lo esperado y con mucho sufrimiento ante Filipinas.
Filipinas demostró en la primera jornada ante Croacia que su juego tiene los suficientes recursos para competir en un Mundial y ante los balcánicos estuvieron cerca de ganar, aunque finalmente perdieron en la prórroga.
Frente Argentina se mostraron de una forma parecida, con un juego rápido en el movimiento del balón y con un lanzamiento certero en la media distancia de Ranidel de Ocampo, unido a la intimidación de un pívot que juega en los Brooklyn Nets de la NBA como es Andray Blatche.
El inicio apabullante del equipo que entrena Vicent Reyes dio para lograr en el primer cuarto una máxima ventaja de diez puntos (7-17).
A Argentina, en la que Luis Scola aportó menos de lo habitual en el comienzo y además se fue al descanso con tres faltas personales, le salvó el acierto de Walter Herrmann y el fichaje del Real Madrid Facundo Campazzo para que el marcador tras los primeros diez minutos fuera de un ajustado 22-25.
Después, Filipinas mantuvo su intensidad pero sin muchos minutos en la pista de Blatche, ya que pronto acumuló dos personales, y eso, unido a que los de Julio Lamas apretaron en defensa, sirvió para que, a un minuto para el intermedio del choque, la albiceleste se pusiera por delante por primera vez (38-36) y que se fuera a los vestuarios con su máxima ventaja, de cinco puntos 43-38.
En el tercer cuarto, la selección filipina mantuvo el nivel en los primeros cinco minutos (51-51), pero cuando empezaron a funcionar los hombres determinantes de Argentina, como Scola, Prigioni o Nocioni, el elenco transandino comenzó a imponerse, aunque sin poder despegar definitivamente.
Un parcial de 0-8 para Filipinas en el arranque del último cuarto ajustó el marcador (71-69) pero la progresión la cortó Nicolás Laprovittola, que jugó sus primeros minutos de esta Copa del Mundo, con un triple.
Esa acción no fue suficiente para que Argentina viviera un final plácido frente a un rival que acertó mucho con los lanzamientos desde lejos y que tuvo una posesión para llevarse el partido a falta de quince segundos y un 83-81 en el marcador, pero no la aprovechó y fueron los de Lamas los que sumaron su segunda victoria (85-81) pese al sufrimiento.