Las lluvias se fueron, la cancha principal del Club San Cristóbal está lo suficientemente firme como para recibir jornadas de dos partidos y, esta tarde, por fin se iniciará el Mundial de Polo.
El primer duelo enfrentará a las dos selecciones con más títulos en el torneo, Argentina y Brasil, y -de fondo- Chile se medirá con Inglaterra.
El elenco británico viene con la idea de conseguir, por primera vez, la corona del certamen para Europa, y basa parte de sus esperanzas en el jugador más joven del equipo, George Pearson, de 18 años y dos goles de hándicap.
Su abuelo, el tercer vizconde Cowdray, es reconocido en su país como el hombre que hizo renacer el polo tras la Segunda Guerra Mundial. El Parque Cowdray, sede de la Gold Cup, es una de sus principales herencias. Tanta era su pasión, que siguió jugando, pese a haber perdido su brazo izquierdo en la batalla de Dunkerque, en 1940.
Su padre, el honorable Charles Pearson, y su madre, Lila, es vicepresidenta del Parque Cowdray. "Yo crecí alrededor del polo. Mis papás lo jugaban. Cuando niño, uno de mis primeros regalos fue un pony. En mi casa se respiraba polo. Sin embargo, mis padres fueron siempre muy abiertos a que tomara mis propias decisiones. Nunca me sentí presionado a practicar polo. Es más, siempre me dijeron que tenía que, además, buscarme un trabajo cuando creciera, y tener una vida como cualquier joven de mi edad. Me gusta también el hockey y el fútbol, pero nunca como para dedicarme a ellos".
Rostro a los 18
La misma pasión familiar muestra George de cara al partido ante Chile. No siente presión por el desafío; ya llevó a su escuela a ganar el partido del Varsity Day y la Copenhagen Cup. Es considerado como el gran proyecto del polo inglés y hasta marcas como La Martina celebran haberlo fichado como embajador oficial.
"Fue algo de lo que me sentí muy feliz, en especial por ser tan joven y habiendo tantos otros jugadores talentosos. Es un orgullo que una marca así se haya fijado en mí", asegura.
Pese a todo, sus grandes resultados no lo nublan. "La verdad, me lo tomo con calma. Tengo un handicap de dos goles, así que aún me falta mucho por crecer, por mejorar, y lo bueno es que soy joven, así que aún hay tiempo para hacerlo. Por ahora, me enfoco en tener una buena participación en el Mundial".
Pearson, de todas maneras, no se considera la esperanza del polo británico. "No estoy tan seguro de que eso sea así. Hay otros en el equipo que son talentosos, como Jack Hyde, que es menor que yo. Somos parte de la nueva generación de este deporte en Inglaterra, y queremos dar todo para lograr algo grande. Pero tampoco siento esa presión por ser el mejor o el más grande. Tengo pensado estudiar y, luego, buscar un trabajo", dice.
La opción de Inglaterra
En un deporte tan británico, Inglaterra nunca ha sido campeón del mundo. ¿Es esta la ocasión? El joven jugador asegura que "me gusta pensar que sí, que es la oportunidad, pero hay que ir paso a paso. Tenemos un buen equipo, nos hemos preparado muy bien, pero primero hay que ganar los dos partidos de la fase de grupo, llegar a semifinales e ir viendo qué pasa. El equipo y las ganas están".
Respecto de por qué América ha ganado todos los mundiales, Pearson opina que "es una respuesta difícil… Pero creo que se debe a que los equipos de esta parte del mundo tienen jugadores muy talentosos. Por ejemplo, en Argentina, jugadores de 18 o 19 años juegan a la par con el resto como si nada. Esperemos que esta vez sea un europeo el que lo gane, específicamente Inglaterra".
Sobre el rival, el novel polista comenta que "no me ha tocado jugar contra chilenos. Sí conozco a Tomás Beresford, hermano de uno de los integrantes del plantel chileno (William). Sé también que Mario Silva es una de las promesas del polo chileno, tenemos casi la misma edad, así que va a ser un bonito partido", concluye.