"Cuando hicimos Mundos opuestos dijimos: 'imposible hacer algo más grande que esto'. Pero creo que Mundos opuestos 2 triplica el nivel de producción de lo que fue el primero". Así describe Sergio Nakasone, productor ejecutivo del programa, la infraestructura que a partir de hoy albergará a los 24 participantes del reality de Canal 13, cuya fecha de estreno se maneja para mediados de este mes y bajo el desafío de suceder al segundo reality más visto de la historia del género, que precisamente por estos días cumple 10 años desde su debut, con Protagonistas de la fama.

La nueva estructura, que está ubicada en el mismo lugar de los anteriores en Pirque, creció en altura y hoy alcanza un estimado de 10 metros, casi cuatro pisos, mayor que el programa que hasta ahora ostentaba tal marca, Pareja perfecta. Esta ampliación se debe a que el concepto de la competencia se dará entre el paraíso y el infierno.

Sin embargo, el ejecutivo explica que en un principio pensaron en que los mundos estuvieran enfrentados con uno arriba y otro abajo, lo que fue desechado, pero no por completo. "El nivel de comunicación iba a ser más complejo, iba a perder comunicación, que era lo interesante que tenía Mundos opuestos 1, entonces optamos por que sólo una parte sea arriba y abajo. Eso sí, es la parte más importante, hay una especie de hoguera en el infierno y para arriba está el cielo y el paraíso", adelanta.

En ese sentido, Nakasone detalla las características de cada uno de los mundos. "El infierno es un lugar incómodo, donde lo pasan mal, pero donde encima les suceden cosas para pasarla peor. En el infierno va a haber 'algo' que obviamente va a actuar y va a hacer que las cosas sean peores", adelanta. Luego agrega: "El paraíso será diferente del futuro, que era muy moderno, pero muy frío. Acá, el paraíso va a ser natural, ecológico". Pese a esos beneficios, el paraíso también tendrá un elemento que se puede convertir en una incomodidad: el árbol de las tentaciones. Se trata de un recurso que no se verá en los primeros episodios, pero que aparecerá cuando la trama del espacio ya esté en curso, con el objetivo de cambiar el rumbo de la competencia, al incitar a los participantes del mundo más puro a caer en tentaciones que los pueden llevar a las tinieblas. "Puede hacer que la historia varíe de forma más radical", explica el realizador.

Por otro lado, existirán personajes que se encargarán de las dinámicas de cada mundo: "El infierno va a tener uno que se llama el 'abogado del diablo' y otro que se va a llamar el 'esclavo del diablo', con características muy particulares", dice Nakasone. En tanto, la contraparte va a tener una figura llamada "la protectora del paraíso", rol que cumplirá la actriz Mariana Derderián. "Voy a ser como el angelito. Estaré a cargo de cuidarlos, de tratar de gratificarlos, de interceder por ellos, de la contención de participantes", cuenta Derderián, en un rol similar al que tuvo en TVN con el programa Rojo La Academia. Paralelamente, el atleta Sebastián Keitel, tal como sucedió en la versión pasada, estará a cargo de preparar a los participantes para las competencias.

Sobre el casting (ver recuadro), el director señala que eligieron entre 56 mil personas que postularon y agrega: "Apostamos a la novedad, volvimos a la premisa de que fueran participantes que no hayan hecho reality en Chile". Por otra parte, las competencias mantendrán el espíritu de su antecesor: tal como en 2012, el equipo está encabezado por Cristián López, Andrés Venegas y Juan Miguel Calle. "Están trabajando hace bastante para darle un nuevo look, una nueva mecánica", resume.

¿Más novedades? El espacio presentará una activa participación a través de las redes sociales. Nakasone sigue: "Semana a semana hay una estrategia para que los tuiteros participen, pero que es muy distinta, porque no será sólo votar".