Muy conocido fue en 2012 el caso del conductor de televisión Julián Elfenbein, cuyo permiso de circulación por un automóvil que recién había adquirido fue gestionado por la automotora que se lo había vendido. Pero tras consultar su validez, se dio cuenta de que el documento era falso.
Este no es un caso único. "Aquí son verdaderas bandas que operan a través de automotoras u otro tipo de organismos, donde ellos se acercan y ofrecen hacer este servicio sin mayores costos, incluso con descuentos. Eso, en cualquier sistema municipal es inviable, porque no existe la posibilidad de hacer un descuento", sostuvo Rodrigo Delgado, alcalde de Estación Central y vicepresidente de la Comisión de Transportes de la Asociación Chilena de Municipalidades.
Esto tendría un efecto directo en las arcas de los municipios, según Delgado, quien estima en 5% la cantidad de permisos falsos que hay en circulación. "Si este año proyectamos ingresos por $ 250 mil millones, el 5% serían $ 12.500 millones. Esta cifra es el presupuesto anual de una comuna mediana", señala.
Ante este problema, la asociación desarrolló algunas propuestas que fueron presentadas al Ministerio de Transportes. Primero, se trata de la llamada "tercera placa patente", un autoadhesivo holográfico que iría en el parabrisas del automóvil y que sería entregado a los conductores junto con el pago del permiso de circulación.
La particularidad es que se trataría de un elemento distintivo que cada año sería de un color diferente, haciéndolo fácilmente identificable en caso de que el auto no tenga sus papeles en norma. Además, podría incorporar tecnología como un chip o código QR, que permita incluir información adicional, como la revisión técnica, multas anteriores o antiguos dueños. Hasta podría incluir si está encargado por robo. Obviamente, aclara Delgado, a mayor sofisticación, mayor podría ser el costo.
Otra de las características que tendría es que al retirar el autoadhesivo del auto, éste se destruiría inmediatamente, quedando inutilizable como para pegarlo en otro vehículo.
Para su aplicación y uso se requeriría que los involucrados (municipios y Carabineros) tuvieran un lector especial para esta placa.
Esta tecnología ya se utiliza en otros países, como México y Alemania. Por lo mismo, la asociación ya cuenta con una maqueta que se construyó justamente en este último país.
El ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, señaló que "nos interesa mucho este proyecto y lo estamos estudiando en detalle, para ver cómo lo podríamos implementar". Al ser consultado por plazos, dijo que tendrá que quedar para el próximo gobierno.
Alberto Escobar, del Automóvil Club de Chile, sostuvo que "todo lo que asegure la integridad legal de los automóviles es siempre bienvenido", aunque explicó que es importante ver que el costo del proyecto se justifique respecto de lo que se pierde por este tipo de estafas.
EL ACTUAL SISTEMA
Según explicó Alejandro Müller, director de Tránsito de Lo Barnechea, actualmente sólo se puede identificar un permiso falso haciendo una verificación visual. En caso de encontrar algún detalle dudoso, deben realizar todo un seguimiento para descubrir si es falso o no. Por lo mismo, califica como "vulnerable" el sistema, sobre todo con la actual opción de imprimir el permiso en la propia casa.
"Se tiene que buscar la fórmula menos vulnerable y que no atente contra la agilidad del sistema", sostiene.
Otro tema que destacó Müller y que la asociación plantea como una grave deficiencia del sistema, es no tener una base unificada en línea. Actualmente, si una persona quiere renovar su permiso de circulación con un documento falso, de ser detectado y rechazado podría ir a otro municipio a intentar hacer el trámite.
Además, Rodrigo Delgado planteó otro problema en este tipo de instrumentos: "La patente debería ser de la persona y no del auto, eso evitaría estas multas pendientes que le llegan al nuevo dueño, cuando compra un auto usado".