EN un edificio de Catedral 3303 un grupo de vecinos instaló hace algunos meses un biorreactor, el único instalado en un edificio de Santiago. Esa máquina se encarga de acelerar la descomposición de la materia orgánica para convertirla rápidamente en abono. Así, cuentan en la comunidad, reducen el 60% de los desechos orgánicos del edificio, lo que se convierte en humus para ser depositado en jardines y cultivos.

Esta experiencia es una de las decenas que se encuentran desarrollando los diversos municipios de la capital para apoyar la creación de iniciativas sustentables en toda la ciudad.

Por ejemplo, en Santiago se está trabajando por el reciclaje de pilas y aceite, además de la realización de huertos urbanos en altura y en espacios como las platabandas de las calles de la comuna. Además, de asesorar a los vecinos, se les entregan recursos para que lleven a cabo esos proyectos colectivos.

“La idea es juntar todo esto en un ecobarrio, un edificio o una cuadra. Que no sea sólo un espacio individual de reciclaje, si no que también sea una costumbre grupal por la eficiencia energética y la sustentabilidad”, explica la directora medio ambiental de la Municipalidad de Santiago, Donatella Fuccaro.

En Providencia, en tanto, desde noviembre del año pasado que se realizan talleres de compostaje y agricultura urbana en el Centro Cultural Montecarmelo.

En la villa Santa Elena de Macul, ubicada en el perímetro de las calles Vicuña Mackenna, Benito Rebolledo y Marathon, los residentes comenzaron en marzo de 2012 con la idea de volver sus calles más amigables con el medio ambiente. Comenzaron con el uso de su punto limpio, y luego con ferias de productos ecológicos, talleres de compost y charlas en torno a la tenencia responsable de mascotas, el uso de bicicleta, entre otras iniciativas, con el apoyo del municipio y la Universidad Católica, vecina del sector.

En Las Condes la apuesta es por las plazas con iluminación más económica y eficiente. Es así como el año pasado se instalaron luminarias LED en el parque Juan Pablo II.

“Iniciaremos un plan de iluminación solar y ecológica. Estudiamos los mejores lugares, porque deben cumplir con ciertas características, y así evitar los cables y cuidar mejor el entorno y el medioambiente”, explica el alcalde Francisco de la Maza.

A fin de año Peñalolén abrirá una de las iniciativas más innovadoras en cuanto a protección del medio ambiente. Se trata del Ecoparque, un recinto de dos hectáreas que será construido al interior del Parque Peñalolén, en los terrenos de la ex toma, en la intersección de las calles José Arrieta y Sánchez Fontecilla, que tendrá un costo de $ 1.800 millones de pesos y en el cual habrá espacio para paneles solares, viveros y centros de compostaje, manejo de aguas y reciclaje de residuos orgánicos.

“Nos permitirá dar electricidad, reciclar residuos de las ferias libres y construir combustible en un mismo lugar. Es una iniciativa pionera dentro de Santiago”, afirma la alcaldesa, Carolina Leitao.