Por primera vez, el público del siglo XXI podrá oír la voz de Otto von Bismarck, uno de los estadistas más importantes del siglo XIX.
El Servicio Nacional de Parques anunció esta semana que la voz del canciller federal alemán ha sido identificada entre las halladas en una docena de grabaciones en cilindros de cera, todas de más de 120 años de antigíüedad, que alguna vez estuvieron almacenados cerca del catre de Thomas Edison en su laboratorio de West Orange, Nueva Jersey.
Las grabaciones incluyen música y la voz de celebridades, incluso la de la única persona nacida en el siglo XVIII que se cree ha quedado grabada.
En una de ellas se oye la voz de Bismarck recitando letras de canciones e implorando a su hijo que viva una vida moral y coma y beba con moderación.
"En el siglo XVIII, la voz humana era descrita como una de las capacidades más nobles de los seres humanos", dijo Stephan Puille, el investigador alemán que identificó la voz de Bismarck, en un correo electrónico.
"Bismarck ya no es mudo. Creo que su voz nos brinda un nuevo acceso a él. El sonido es tridimensional. Hasta ahora solo lo conocíamos por fotografías e ilustraciones. Ahora lo conocemos un poquito mejor".
Los conocedores sabían de esas grabaciones, pero no si todavía existían.
"La mayoría de las grabaciones sobre las que leí no han sobrevivido", explicó Patrick Feaster, un experto de la Universidad de Indiana que también ayudó a resolver el misterio de uno de los cilindros.
Las grabaciones fueron efectuadas en 1889 y 1890 por Theo Wangemann, a quien Edison envió a supervisar el uso de las máquinas de Edison Phonograph Works expuestas en la Feria Mundial de París en 1889, antes de viajar a su Alemania natal.
Feaster dice que Wangemann fue "el primer ingeniero de sonido realmente profesional". Mientras estuvo en París grabó orquestas, pianistas, un comediante y otras voces. Incluso grabó en la entonces flamante Torre Eiffel.