"No hay futuro sin pasado". Esta fue la frase elegida para presentar el nuevo esquema del Lugar de la Memoria (LUM) de Perú, un museo que luego de meses de consultas entre miembros de las Fuerzas Armadas, la policía, familiares de víctimas y organismos de Derechos Humanos, se inauguró en su primera etapa.

El museo -dedicado a las  víctimas que dejó la guerra interna (1980-2000) entre Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (Mrta) y las fuerzas del gobierno peruano- está ubicado en el barrio limeño de Miraflores y no ha estado ajeno a  la polémica. Incluso, durante su presentación el fin de semana, no asistió el Presidente Ollanta Humala, quien antes de dedicarse a la política, fue parte del Ejército que combatió a Sendero Luminoso y al Mrta.

La apertura sí contó con la presencia del Presidente de Alemania, Joachim Gauck (su país donó US$ 1,9 millones para construir el museo); el Premio Nobel, Mario Vargas Llosa; el canciller peruano, Gonzalo Gutiérrez; el ministro del Interior, José Luis Pérez y la ministra de Cultura, Diana Alvarez.

Las acciones de Sendero, el Mrta y el gobierno de la época dejaron un saldo de más de 70 mil víctimas mortales. También hay 15 mil desaparecidos en más de cuatro mil fosas que aún no han sido exhumadas.

El ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) está cumpliendo una pena de 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, por dirigir junto a Vladimiro Montesinos, el grupo Colina, formado por militares que realizaron matanzas extrajudiciales.

Lo que se presentó en el Museo de la Memoria es una muestra itinerante, según explicó a La Tercera la coordinadora de Comunicaciones del recinto, Sonia Pérez, que recorrerá algunos puntos de la capital y también de las provincias peruanas. "Está en la misma línea histórica y las mismas temáticas que la muestra permanente", aseguró sobre la exposición que estará lista en diciembre de este año. Otras fuentes sostienen que el recinto podría abrir de forma permanente antes de septiembre. El museo está ubicado en un edificio color cemento de 4.000 m2.

En los paneles que ya están exhibidos se pueden observar imágenes y retratos de las víctimas y los victimarios.

"Se buscó un contenido equilibrado, objetivo, presentar situaciones y hechos de tal manera que quienes lo vivieron se sientan representados, y que los más jóvenes reflexionen sobre lo que ocurrió, a fin de que tengan la firmeza de enfrentar cualquier amenaza futura de que sucesos como estos, se repitan", dijo el presidente de la comisión a cargo de su construcción e implementación, Diego García Sayán, citado por el diario La República.

El proceso para definir el contenido no fue fácil, porque según el periódico limeño, aún habían "heridas abiertas" frente al tema por lo que se elaboró el guión de la exposición con los diferentes sectores que tuvieron participación. La primera sala explicará los orígenes de la violencia. En la sala "Un pueblo, muchos pueblos", se contarán tres casos concretos, que se cambiarán cada cierto tiempo. En el ambiente "una persona, todas las personas", se presentarán 18 testimonios mediante monitores de cuerpo entero, donde se podrá escuchar experiencias de familiares de las víctimas.