"Sólo europeos", "Sólo blancos", baños para blancos y para no blancos, siete altas pantallas de 12 metros de altura como símbolo de los siete pilares de la Constitución y 121 horcas que representan a los prisioneros políticos ejecutados por el sistema de la segregación racial.
Es el "Museo del Apartheid", ubicado en Soweto, al suroeste de Johannesburgo, levantado en una zona de la faja industrial y minera conocida como Gold Reef (Arrecifes de Oro, procedentes de los desechos mineros).
Muchos lugares de Sudáfrica cuentan su historia cultural, política y social, pero quizás uno de los que más la plasma es este museo, uno de los escenarios más visitados por los turistas y aficionados en esta Copa del Mundo.
Alrededor de unas 400 personas lo visitan a diario, por un costo de 10 dólares, que facilita la entrada a un espacio que ilustra, y denuncia, la política del "apartheid" impuesta en 1948 por el Partido Nacional de los "afrikaners" (descendientes de holandeses y hugonotes franceses).
Una de sus primeras leyes fue la creación de sitios destinados para los sudafricanos negros a las afueras de las grandes metrópolis, como fue el caso de Soweto (acrónimo de SOuth WEstern TOwnship), donde predominaba la pobreza, el hacinamiento y la opresión y donde las manifestaciones y la represión policial se hicieron habituales en la década de los 70.
El 16 de junio de 1976, unos 15.000 alumnos de secundaria protagonizaron una manifestación de protesta por la imposición del "afrikaans" como lenguaje oficial de la enseñanza. La policía abrió fuego y cientos de niños murieron.
Este régimen terminó el 2 de febrero de 1990 cuando el entonces presidente Frererick de Klerk anunció la legalización del Congreso Nacional Africano, paso al que siguió nueve día después la liberación de Nelson Mandela después de 27 años en prisión.
Todo este pasado de opresión está relatado en el museo por medio de fotos, vídeos, esculturas y testimonios escritos, además de recintos con una serie de celdas alambradas y documentos sobre las distintas clasificaciones raciales decretadas por el régimen segregacionista.
También narra la vida e ideales de Mandela y los acontecimientos que han marcado su vida, entre ellos su estancia en la prisión de Robben Island, isla del extremo meridional de Sudáfrica, frente a Ciudad del Cabo, donde pasó 18 de los 27 años que duró su cautiverio identificado con el número 46664.
En este sitio se puede ver la camiseta del equipo sudafricano cuando el país ganó a Australia la final de la Copa Mundial de Rugby en 1995, así como otros momentos importantes en su vida política, como cuando salió de prisión y cuando ganó las elecciones a presidente en abril de 1994, poco menos de un año antes de obtener el Nobel de la Paz.