Un vestido blanco con estampados de flores azules se convirtió en 2012 en un ícono del sexismo existente en la política francesa.

Fue a fines de ese año cuando la ex ministra de vivienda, Cécile Duflot, se presentó ante la Asamblea Nacional (similar al Congreso) vistiendo esta prenda, lo que provocó risas y silbidos por parte de los diputados, quienes excusaron su actuar en que Duflot generalmente no usaba este tipo de ropa.

Tal fue el escándalo por parte de los parlamentarios que el presidente de la Cámara tuvo que pedir silencio y respeto hacia la secretaria de Estado para que pudiera comenzar a hablar ante la audiencia.

"Quizá se ha puesto este vestido para que no escuchásemos lo que tenía que decir", dijo entre risas Patrick Balkany, uno de los políticos más cercanos al ex presidente Sarkozy.

La ministra de vivienda quedó sorprendida. "Nunca había visto nada igual. Esto nos puede dar una idea de cómo son en realidad los miembros del UMP (partido conservador). No dejo de pensar en sus mujeres casadas con estos trogloditas", dijo en ese entonces sobre el episodio que fue recogido por la prensa nacional.

Esta situación fue nuevamente recordada en una exposición del museo de Artes Decorativas de París, el que recogió la prenda.

Cuando a finales de 2016, la entidad pidió a Duflot su vestido para esta exposición, la ex ministra declaró a la cadena France 3 que la prenda pasaba ya a representar "el sexismo en política".

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