A principios de los 80, Chile vivió una de las visitas musicales más ilustres de esos años. Chuck Berry  aterrizaba para presentarse en el programa de Raúl Matas, Vamos a ver, emitido por TVN. Arribó al aeropuerto nacional y de inmediato arrendó un auto para escaparse sin rumbo fijo. Poco antes de que empezara el show apareció en el estudio, donde músicos nacionales lo esperaban para tocar junto a él. Carlos Corales, y los hermanos Patricio y Juan Salazar, fueron los elegidos para acompañar al estadounidense.

"Pato" Salazar, quien oficiaba de baterista, recuerda el hecho como "un privilegio, donde solo queríamos disfrutar".

Salazar además rememora ese show como algo breve, sin mucho diálogo con el músico, al que describe como "un tipo frío, porque llegó tarde y solo se limitó a tocar,". Corales, guitarrista y fundador de Aguaturbia, explica que eso se dio básicamente porque "nadie hablaba inglés, a excepción de Peter Rock". Sin embargo, ambos relatan que la estrella se sintió cómoda, porque se sabían todo su repertorio, "hubo una gran conexión musical" relata Salazar.

La anécdota favorita de  Corales fue cuando Berry no quiso ocupar la guitarra que le dieron en el canal, pero tomó la suya. "No me pidió ni permiso, pero ¿cómo le iba a decir que no al astro del rock?". Ahora guarda esa guitarra en su casa como recuerdo.