Fue a las 11 y media de la mañana del 8 de agosto de 1969. Sólo 10 minutos y seis tomas (la quinta fue la definitiva) necesitó el fallecido fotógrafo escocés Ian Macmillan para capturar a los "fab four" cruzando la calle donde se ubican los estudios Abbey Road, en Londres. Originalmente, el disco se iba a llamar Everest y hasta habían planeado un viaje a los Himalaya para sacar la foto. Pero a última hora se decidieron por hacerlo en el barrio, con la ropa que vestían ese día y así protagonizaron una de las carátulas más míticas de la historia.
Fue una imagen casual, pero esconde miles de historias. Al propietario del Volkswagen Escarabajo que sale en la imagen original le robaron 10 veces la patente del auto una vez que el disco salió a la calle (placa LMW 28IF) y tiempo después se vio obligado a vender por 23 mil dólares un vehículo que hoy se expone en un museo alemán de la ciudad de Wolfsburg. También insólita fue la aparición de Paul Cole, el turista estadounidense que murió en 2008 y que aparece al fondo, a la derecha, mirando la improvisada sesión (rol que en la recreación local hizo Leo Saavedra, del grupo Primavera de Praga).
Más delirante fue la teoría de que esto era el cortejo fúnebre de McCartney, que aparece descalzo y con el pie cambiado en relación a sus compañeros. Los más afiebrados sugirieron que por eso Ringo aparece de luto y que el tipo que salió en el tapa era un doble de McCartney llamado William Campbell.
Pero aquello fue morbo y condimento para un disco superior. Para el último "clásico" de The Beatles, para el que esconde las últimas canciones que grabó el cuarteto. A pesar de que Let it be apareció en mayo de 1970 (convirtiéndolo en el último título oficial de los Beatles, según el orden de aparición), Abbey road incluye la última colaboración de la banda en estudio -I want you (she's so heavy)- y figura históricamente en las listas de los mejores álbumes de la historia. Conceptual, audaz y con una de las tapas más remedadas de la historia, Abbey road es pura historia y talento.