Hannah y Oliver llegaron a Chile en 2013 desde África, luego de tres años de coordinación entre el Buin Zoo -su nueva casa- y los organismos fiscalizadores de cada país.
Ambos son rinocerontes blancos (ceratotherium simun), están en peligro de extinción y su misión era clara: reproducirse para aportar a la conversación de la especie.
Tras dos años de convivencia, Hannah y Oliver alcanzaron la madurez sexual y ella quedó preñada. Así concibieron a Pantaleón, quien nació el pasado 27 de julio, convirtiéndose en el primer rinoceronte blanco que nace en Sudamérica. La gestación, que duró 18 meses, fue un proceso sin mayor intervención del parque.
"Ella estuvo pujando y haciendo un trabajo de parto bastante corto, salió la cría rápidamente. Al principio pensamos que venía muerta porque cayó de forma muy pesada al suelo y no se veía ninguna actitud de vida. Fueron varios minutos de mucha angustia, pero luego se movió y a los pocos minutos ya lo teníamos caminando al lado de la madre", explica Ignacio Idalsoaga, director de Buin Zoo.
La reproducción en cautiverio no es sencilla. De hecho, "las posibilidades de reproducción en una escala de uno a 10 eran dos, porque en la naturaleza el macho necesita tener varias hembras porque entre ellas se estimulan para reproducirse, cuando hay solo una la posibilidad es bastante escasa", agrega.
Peligrosas cifras
Los números sobre los rinocerontes son alarmantes, y es la razón por la cual este nacimiento es tan importante. Se calcula que sólo quedan entre 19.000 y 21.000 ejemplares de esta especie en el mundo. Además, tienen una tasa de mortalidad altísima, con más de 1.000 animales asesinados al año por la caza indiscriminada.
"Se comercializa sus cuernos, se hace polvo y se ocupa como afrodisíaco. También se supone que sería protector para el cáncer, pero no hay evidencia científica de que sea así", explica el director de Buin Zoo.
En estado de conservación, nacen en promedio 17 rinocerontes al año. Y es que además del año y medio de gestación, solo nace una cría y la hembra debe amamantarlo por 24 meses. Solo finalizado ese proceso puede, si es que hay suerte, volver a reproducirse.
Buin Zoo espera que Oliver y Hannah -que viven hasta los 40 años y hoy sólo tienen siete- puedan volver a engendrar otra cría y que Pantaleón sea liberado en el futuro en su hábitat natural en Africa.
Por ahora, la cría ha estado acostumbrándose a su ambiente, y desde hoy, ya puede ser visitada por el público.