El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) está dialogando con las autoridades egipcias para que permitan la entrada al país a los refugiados sirios.
El pasado 8 de julio, el nuevo gobierno egipcio cambió la ley respecto a la entrada al país de ciudadanos sirios, y estableció que a partir de ese momento todos los nacionales sirios necesitaban un visado y un documento que certificara que no suponen un peligro para la seguridad nacional.
Al tiempo, dos aviones repletos de ciudadanos sirios fueron devueltos a sus lugares de origen, uno a Latakia y otro a Damasco.
Ante esta situación, el Acnur ha recordado al gobierno egipcio que este comportamiento viola todas las disposiciones internacionales sobre trato a refugiados, dado que éstos tienen derecho a solicitar asilo.
"Por ahora estamos dialogando con el gobierno y recordándole sus obligaciones internacionales", afirmó hoy en rueda de prensa el portavoz del Acnur, Adrian Edwards, sin querer ahondar más en el tema.
Hasta la fecha, el Acnur tiene registrados unos 87.000 sirios en Egipto aunque se sabe que la cifra real es "significativamente mayor", afirmó Edwards, sin ser capaz de dar ni siquiera una cifra estimativa del número.
Bajo la ley humanitaria internacional, el gobierno egipcio no puede enviar a nadie a un lugar donde su vida o su libertad esté amenazada, o donde haya riesgo de ser torturado o sometido a trato degradante.
Por lo tanto, el gobierno egipcio debería garantizar a todos los solicitantes de asilo el acceso a los registros del Acnur, para que el organismo establezca su estatus.