El español Rafael Nadal cree que el serbio Novak Djokovic es "el peor rival" posible para tratar de conquistar mañana por primera vez el esquivo título del torneo de tenis de Miami.
"En estas superficies es más favorito que yo, ésa es la realidad. Además, viene de ganar Indian Wells, viene con confianza", dijo Nadal, número uno del mundo y que mañana disputará su cuarta final en Miami.
Perdió las tres anteriores, en 2011 ante Djokovic, por lo que el evento en Florida es junto al Masters que cierra el año dos de sus pocas asignaturas pendientes para un jugador que tiene en su vitrina 26 títulos de Masters 1.000, 13 Grand Slams, la Copa Davis y el oro olímpico.
Aquel 2011 fue de ensueño para el serbio, que ganó a Nadal siete finales seguidas, incluida la de Miami. En cancha dura, en arcilla y en hierba. "Aquellas derrotas probablemente me motivaron a encontrar soluciones, a jugar más agresivo, a tratar de ser mejor jugador", dijo Nadal.
Y dio resultado, porque el español cambió la dinámica en 2012 y 2013. El número uno y el dos del mundo se miden por primera vez en 2014 y difícilmente será la última.
"Yo he competido mejor, he jugado a buen nivel", dijo Nadal sobre su semana en Miami, en la que ha olvidado definitivamente los problemas de espalda y la temprana derrota en Indian Wells.
"Si me dices cuando pierdo en Indian Wells que aquí llego a la final y la pierdo, me das un papel y lo firmo. Cuando uno viene de perder en un torneo, en poco espacio de tiempo, cuando uno sale de unos problemas físicos, es complicado. La final es un resultado fantástico", afirmó Nadal, que obviamente no se da por satisfecho con los 600 puntos que gana ya para el ranking. Pese a sus palabras y a tirarle el peso del favoritismo a su oponente.
"He visto varios partidos de Rafa. Está pegando a la pelota realmente bien, sintiéndose seguro en la cancha. Nunca ha ganado este torneo, creo que eso es una motivación extra para él", dijo Djokovic, que llega de ganar en Indian Wells y busca, como en 2011, enlazar el título del desierto de California con el del frondoso Key Biscayne de Florida.
"Indian Wells fue un torneo especial para mí", dijo el serbio, que no pudo lograr en Australia su cuarto trofeo seguido y cayó en semifinales de Dubai. "Remonté un set en contra varios partidos para ganar el torneo y eso me dio mucha confianza, con la que vine a Miami", afirmó Djokovic, que anhela su cuarto título en Crandon Park.
Será el duelo número 40 entre ambos en menos de ocho años, una rivalidad que compite con la del español y el suizo Roger Federer. Se conocen, se respeta y se temen. "La única posibilidad de ganar contra Novak es jugar al límite y esperar que no tenga su mejor día", concedió Nadal, que tendrá el estadio a su favor.
"Para mí ganar y competir en Latinoamerica es una sensación especial, porque es un público caliente y me siento identificado con ellos y muy apoyado", afirmó el español, que se encuentra en la "latina" Miami como en México o Sudamérica.
"La adrenalina tiene que ser muy, muy alta para jugar un poco por encima de tu nivel normal. Uno espera también esa inspiración que te ayuda a elevar un poco tu nivel", explicó el número uno, que sabe que mañana no tiene el oponente más asequible para apuntarse su primer título: "El rival no es el mejor rival para jugar una final en Miami".