El español Rafael Nadal, que pasó a semifinales de Wimbledon tras vencer al estadounidense Mardy Fish, jugó con el pie izquierdo anestesiado para no sentir el dolor que le produce la lesión que sufrió en el partido de octavos contra el argentino Juan Martín Del Potro.

"Mi pie no está bien, pero jugar unos cuartos en Wimbledon es una emergencia, así que decidimos dormir un poco esa zona del pie. Eso es lo que voy a hacer el resto del torneo", señaló.

Pese a este contratiempo, el número uno del mundo subrayó que no está "preocupado" porque esta lesión vaya a afectar a su juego en el siguiente partido, las semifinales del torneo contra el británico Andy Murray.

"Estoy preparado para jugar los partidos muy cerca del cien por cien. El susto, al comienzo, fue grande, pero después todas las pruebas fueron, sorprendentemente, muy positivas", dijo el mallorquín.

"No te duermen el pie entero, sino sólo la zona que te duele. Había jugado así otras veces, en situaciones límite y en torneos que son muy importantes para mí y para mi carrera. En esos casos, evidentemente, hay que ir a límite", afirmó Nadal.

El número uno del mundo decidió salir hoy a la hierba del All Englando club dado que su lesión "no puede ir peor" y sabiendo que, cuando termine su participación en Wimbledon, le espera "un mes sin competir", señaló.

"Es obligatorio, porque he llegado aquí al límite de mis fuerzas", apuntó el español.

"¿Después de jugar aquí, estaré peor que hace dos días? Seguramente sí, pero, qué hago: ¿Me voy a la playa ahora, o me voy más tarde e intento llegar aquí lo más lejos posible?", reflexionó Nadal.

Por último , el español se refirió a la derrota que sufrió frente al francés Jo-Wilfried Tsonga el número tres del mundo, el suizo Roger Federer, quien, para Nadal, "merecía estar" en semifinales.

"Lo siento por él, había conseguido jugar a un nivel muy alto durante Roland Garros y aquí, desde mi punto de vista, era el jugador que mejor lo estaba haciendo", sentenció.