Rafael Nadal tiene muchos motivos para celebrar. Haber ganado su décimo título en Roland Garros de forma apabullante no sólo significó estirar su leyenda en el tenis, sino que también volver a recuperar sensaciones, que en algún momento creía perdidas.

El manacorí apareció en el segundo lugar del ranking ATP, sólo debajo de Andy Murray, quien debe defender una enorme cantidad de puntos durante todo el segundo semestre, lo que alimenta las ilusiones de volver a la cima del ranking.

"Estoy en una buena posición. Este es el torneo más importante para mí. Cuando ganas este tipo de torneos tienes buenas opciones de subir en el ranking. Espero seguir jugando bien y si lo logro, ¿por qué no?", manifestó al ser consultado por esta posibilidad.

Por eso quizás se le veía tan exultante a Rafa en su paseo por París, el que se ha convertido en una verdadera rutina durante su carrera. Como es de costumbre, recorrió los Torre Eiffel y los Campos Elíseos, donde estampó sus manos para la posteridad.