El español Rafael Nadal, que alcanzó la final del Masters 1.000 de Montecarlo tras superar al francés Jo Wilfried Tsonga, aspira a su noveno título en el torneo monegasco y para conseguirlo tendrá que vencer al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.

"No, no estoy contento de enfrentarme a Djokovic en la final. No soy uno de esos jugadores estúpidos que dicen que se siente feliz por jugar contra los mejores. No, no quiero. Quiero jugar contra un oponente más fácil. Pero tengo que jugar contra él, así que haré todo lo posible para jugar mi mejor tenis. Pero no, no era el oponente ideal", reconoció Nadal.

"Pero si uno no siente nada especial por jugar una final en Montecarlo lo mejor es irse a casa. Hemos jugado partidos importantes para nuestras carreras. Y siempre es especial enfrentarte a un jugador como él. Tendré que jugar mejor que estos dos últimos días. Ser más agresivo", afirmó el tenista español, que restó importancia a la dolencia en un tobillo que ha padecido el balcánico.

"No sé lo que tiene. Pero no hay comparación. Su lesión ha sido de unos pocos días. Yo todavía busco estar al cien por cien. De todas formas, para ganar estos partidos la realidad es simple. Jugar fantásticamente. Excepcionalmente", subrayó Nadal.

El vigente campeón del Masters 1.000 de Montecarlo, y que además ganó en Miami esta temporada, ganó en semifinales al francés Jo Wilfried Tsonga. Jugó a un gran nivel durante gran parte del partido, pero un bajón en el segundo set estuvo a punto de alargar el choque.

"Las condiciones eran difíciles especialmente en el primer set. Creo que estaba muy sólido sin hacer nada especial. Estaba jugando muy bien y me puse 5-1 y luego pasé a jugar muy mal y luego otra vez muy bien. Tenía el partido bajo control y luego cambió", resumió el español.

"Pero lo más importante para mí es que estoy en la final: esto es fantástico, como es el hecho de jugar mi quinta final consecutiva desde que regresé de una lesión. Veremos qué pasa, aunque será difícil", concluyó.