Rafael Nadal siguió con sus críticas a la organización del US Open y no descartó como opción que los jugadores no jueguen los Grand Slam en protesta por los problemas que enfrentan.

"Sacarnos a jugar 15 minutos significa entretener a la gente  y a la televisión. Pero fue peligroso para nuestra salud. No quiero ni imaginar si me resbalo y me lesiono lo que puede  pasar", se quejó Nadal.

El número dos del mundo agregó que "los jugadores no pueden estar todo el día con esa tensión  porque llegas hecho polvo al hotel y tiene que haber alguien que nos represente y tenga la fuerza suficiente, porque si lo digo yo como Rafa Nadal quedaría como un arrogante".

Consultado por las acciones que podrían tomar, Nadal respondió "¿Medidas drásticas? Yo estoy dispuesto a cualquier cosa si vamos todos". Pero también reconoció "no es bueno para nadie que pasen cosas como ocurrieron en el básquetbol (en referencia a la NBA) o en la  primera fecha del fútbol en España".