Tras bajarse del escenario, asegura Nano Stern, quedó tiritón. Apenas dormía unas cuatro horas por noche. El sábado recién pasado, el autor de Los espejos participó del festival de Radio Uno en Movistar Arena. En el cartel también estaban Los Jaivas y, a última hora, el pianista Claudio Parra tuvo que bajarse por enfermedad. El convocado de emergencia: Stern. "Cuando yo tenía unos 13 años, iba a ir a un concierto de Deep Purple. Pero cancelaron ya encima. Tenía la entrada comprada. Mi mamá atinó a llevarme a ver a Los Jaivas tocando Alturas de Machu Picchu en el Teatro Baquedano. Fui sin muchas ganas y después no lo podía creer. En una hora y media cambió mi vida", recuerda.

Por eso la importancia de lo que viene. Nano Stern volverá al Teatro Caupolicán el 17 de octubre, para lo que ya bautizó como "Flor de concierto": una nueva convocatoria masiva en un lugar que pocos créditos nacionales suelen llenar, ahí en el mismo recinto donde metió a cerca de cuatro mil personas por noche, durante dos jornadas, en noviembre de 2013.

Esa actuación, la del año pasado, quedó registrada y fue editada bajo el nombre de San Diego 850 en formato DVD. A fin de mes, el sello Chilevisión Música lo pondrá en circulación como disco doble. "Es una especie de encíclica, que resume mi carrera hasta ese momento", describe sobre el álbum. Esa noche recibió invitados como Inti-Illimani. Ahora, los convidados a tocar en el Caupolicán, en octubre, serán Los Jaivas. Lo acompañarán en sus canciones y también en el repertorio de los viñamarinos. "Y si me decían a los 15 años que estaría compartiendo escenario con ellos, no me lo hubiese creído", dice. Las entradas salen a la venta desde este lunes (ver recuadro).

También estará como invitado Chinoy, uno de los socios frecuentes de Stern y compañero de gira durante su última aventura a Buenos Aires, además de otros nombres que irá revelando con los días. Y, en vez de telonero, el músico decidió programar el estreno del documental Ha'i o te taina (en español, Abrazo entre hermanos), que retrata un viaje que el cantautor emprendió a Rapa Nui, como parte de una iniciativa del CNCA y las Escuelas de Rock, donde "se juntaba a un creador joven con un tesoro humano de su rubro. Yo fui a trabajar con el que más sabe de cantos ancestrales allá, Federico Pate Tuki". La película que de ahí resultó fue dirigida por Sebastián Moreno (La ciudad de los fotógrafos).

Fue justo al día siguiente de los dos shows en el Caupolicán. "Me venía bajando del momento más rockstar de mi vida, hacia donde nadie me conocía", recuerda.

Música orgánica

Como estación previa, Stern estará esta noche -y todos los jueves del mes- en la sala SCD Bellavista, ofreciendo un concierto con dos músicos invitados en cada jornada, titulado "Brotes de invierno". Ahí regalará al menos cinco semillas orgánicas a cada asistente. "El Año Nuevo en todas las culturas es en invierno. Es el nacimiento del sol. Así que voy a leer décimas, vamos a debatir, y la idea es que se lleven estas semillas, las planten, y después veamos sus flores en el Caupolicán", cuenta.

Su concierto de esta noche es también el primer paso hacia la publicación de un nuevo álbum -titulado tentativamente Vapor-, el primero de material original después de Las torres de sal, de 2011. El ex Matorral y ex Mecánica Popular dice que desde ya está adelantando canciones en vivo, en un proceso "orgánico", que terminará cosechando sus frutos el verano del próximo año. Será, además, su primer disco "instalado en Chile": "Pasé mucho tiempo siendo un patiperro. Mi única obligación era conmigo. Y estaba cambiando de continente cada dos meses por ocho años. El nivel de estímulo me saturó y no me permitió seguir creando".

No será, en ningún caso, un quiebre en su repertorio. "En mis canciones se habla de amanecer, del río de los tiempos, del brote de invierno, flores. Me pregunto: '¿Hasta cuándo?'. Pero después pienso que no tiene ningún sentido pelear contra eso, porque me nace y es honesto. Es estúpido negarse a sí mismo. El disco que estoy haciendo es la continuidad gradual de mi evolución.