Napoli se transformó en el nuevo campeón de la Copa Italia, tras imponerse por 3-1 a Fiorentina, equipo de los chilenos David Pizarro y Matías Fernández.
El duelo se retrasó 45 minutos, por los serios incidentes que se vivieron antes del partido en las afueras del estadio entre hinchas de Napoli y AS Roma (el partido se jugó en el Estadio Olímpico de esa ciudad) dejando un saldo de al menos cuatro heridos, tres de ellos por armas de fuego.
A poco de comenzar el partido los representantes de ambos equipos debatieron sobre la posibilidad de suspender el pleito, por el exaltado estado de los hinchas de Nápoles. Así, el capitán del equipo napolitano, el eslovaco Marek Hamsik, decidió acudir a la curva norte del Olímpico para hablar con los aficionados napolitanos más radicales y pedir calma.
Ya con el balón en movimiento, Fiorentina sorprendió en el arranque. Presionó constamente y de la mano del chileno David Pizarro, llegó a la portería rival siempre con fútbol a ras de piso. Pero Napoli fue muy efectivo en los contragolpes y sorprendió con dos rápidos goles en la primera parte, ambos obra de Lorenzo Insigne.
El italiano abrió el marcador con un certero remate en el minuto 11, definiendo con un toque suave, poniendo la pelota lejos del alcance del portero Neto. Y a los 17', el mismo atacante aprovechó las dudas en el fondo "viola" para marcar su segundo tanto.
El golpe fue duro para el equipo de los chilenos, pero logró recuperarse anímicamente, en gran medida gracias al descuento del peruano Juan Vargas en el 28'. El incaico recibió una excelente habilitación y con un zurdazo preciso y de primera, anotó el 2-1 parcial.
VOLVIÓ MATÍAS FERNÁNDEZ
En la segunda parte, el técnico Vincenzo Montella se la jugó por el ingreso de Matías Fernández. El chileno, que venía de varias semanas de para por una rebelde lesión, entró en el 56', en reemplazo de su compañero Manuel Pasqual.
El nacional intentó llegar a la portería rival y tuvo una buena opción en el 70', pero su remate se fue elevado por centímetros. También intentó en el 88', pero su derechazo no dio con la portería. El ex Colo Colo además recibió tarjeta amarilla, por una fuerte entrada contra un rival.
Sin embargo su equipo fue incapaz de igualar las cifras y cuando el partido terminaba (93') Mertens decretó el 3-1 final, dejando el trofeo en manos de los napolitanos, quienes dedicaron el logro a sus hinchas heridos.