Diciembre será clave para la Nasa. Aunque no se ha definido el día exacto, durante el mes se realizará el primer vuelo de prueba de Orion (EFT-1) la nueva nave estrella de la agencia, encargada de llevar al hombre más allá de la órbita terrestre, hacia algún asteroide e, incluso, a Marte, viaje previsto para la década de 2030.

Y ayer, la Nasa mostró los avances en su construcción. En el Centro Espacial Kennedy, en Florida, los ingenieros comenzaron a unir el módulo en el que viajará la tripulación con el módulo de servicio, paso crítico para el primer vuelo de prueba. Lo que sigue es fijar ambos módulos y realizar las conexiones eléctricas. Una vez concluido y probado este ensamblaje, la nave quedará lista para ser unida al cohete que la lanzará al espacio, el Delta IV Heavy (ver infografía).

Este primer vuelo de Orion no será tripulado. El objetivo es que orbite dos veces la Tierra, un recorrido que le tomará unas 4,5 horas. Después de eso, reingresará a la Tierra a una velocidad de 20 mil km/h y desplegará su sistema de paracaídas para caer en el océano Pacífico.

En este primer test se evaluarán los sistemas de reingreso de lanzamiento y de alta velocidad, funcionamiento del paracaídas y del escudo protector que se terminó de instalar la semana pasada, pieza fundamental por la radiación a la que estará expuesta en el espacio profundo.

MODERNIDAD

Orion será el vehículo de exploración más moderno construido hasta hoy y tendrá la capacidad de cancelar su misión durante el viaje espacial si las condiciones de seguridad no son las óptimas. Permitirá, también, un reingreso más seguro, ya que se podrá controlar la velocidad de retorno.

Mark Geyer, director de programa de Orion, dijo que "este test nos proporcionará datos importantes que nos ayudarán a poner a prueba los sistemas y perfeccionar el diseño de la nave para enviar con seguridad humanos lejos en el Sistema Solar".

En Alabama, los ingenieros del Centro de Vuelo Espacial Marshall, también de la Nasa, afinan los detalles de la construcción del adaptador que permitirá la unión de la nave al cohete, previsto para julio.