Si bien el programa de aterrizaje del robot Curiosity, que llegó a Marte el pasado 5 de agosto, fue todo un éxito, existía un plan si es que la operación hubiera fallado.

Según señalan los expertos, la fase más complicada fue, precisamente, la del aterrizaje, cuya maniobra implicó bajar al robot a la superficie del planeta con una especie de grúa aérea. Sin embargo, la maniobra sorprendió al equipo técnico a cargo ya que fue realizada sin inconvenientes.  

Pero de no haber sido así, y el Curiosity se hubiera estrellado, el administrador de la NASA, Charles Bolden, aseguró y dio a conocer que la agencia tenía un plan B, que consistía en una copia de seguridad.

Según sus dichos, el plan consistía en "recordarle" al mundo que también existe el Opportunity, un robot que está en Marte desde el 2004 y que sigue enviando datos a la Tierra, como también el Mars Reconnaissance Orbiter, otro satélite y que está rodeando a la atmósfera marciana desde el 2005.

Ambos continúan mandando datos para futuras exploraciones a Marte, por lo que el administrador señaló, además, que "tenemos bastante recopilación de datos que ayudan a comprender el potencial de explorar ese planeta".

Hasta ahora, el robot Curiosity ha permanecido en Marte por más de un mes y se encuentra  en perfecto estado y ha llevado a unos 850 pies a través de su sitio de aterrizaje en el Cráter Gale.