Teóricamente, es posible. El planeta X pudo haberse formado cerca del Sol y luego, por la interacción gravitatoria con otro planeta -como Júpiter o Saturno-, arrojado más allá de la órbita de Plutón. Su existencia explicaría, en parte, las extinciones masivas en la Tierra, pues su órbita sería similar a la de los asteroides, por lo que provocaría su desvío y colisión con el planeta.

Sin embargo, no hay rastros de él. La misión Wise (Wide-Field Infrared Survey Explorer), de la Nasa, un telescopio espacial que mapeó el cielo en infrarrojo (capaz de detectar objetos de hasta -273,15 °C) por más de un año, confirmó el viernes que no hay ningún objeto, al menos del tamaño de Saturno, dentro de las 10 mil unidades astronómicas (hasta unos 1.500 millones de kilómetros de distancia del Sol). Tampoco uno más grande -como Júpiter- dentro de las 26.000 UA.

"El Sistema Solar exterior (donde se ubican los planetas gigantes, como Júpiter), probablemente, no contiene un gran planeta gaseoso gigante o una pequeña estrella compañera", dijo el astrónomo Kevin Luhmann, autor de uno de los artículos e investigador del Centro de Exoplanetas y Mundos Habitables de la U. Estatal de Pensilvania (EE.UU.), en un comunicado.

Lo que sí confirmó es la existencia de 3.525 estrellas y enanas marrones (tipo de estrellas que no tienen la suficiente masa para brillar en el espectro visible), en el margen de los 500 años luz de distancia del Sol.

Aún hay posibilidades
Las teorías sobre la existencia de un planeta hipotético más allá de Plutón, han estado presentes desde hace más de un siglo. Pero fue en 1999 cuando los astrofísicos John Matese y Daniel Whitmire, de la U. de Luisiana, en Lafaye-tte (EE.UU.), aportaron un dato que apoyaría la idea: encontraron sutiles anomalías en las órbitas de los cometas, lo que podría ser influencia de un cuerpo lejano al Sol. Hicieron un seguimiento y volvieron a repetir sus conclusiones en 2011.

Sin embargo, Luhmann explica a La Tercera que el planeta nunca apareció en las imágenes del cielo, de ninguna de las misiones que se han realizado hasta ahora.

"La evidencia previa para la existencia del planeta X ha sido débil, pero la idea de que el Sistema Solar exterior podría contener un cuerpo bastante grande -un gigante de gas o una enana marrón- es perfectamente razonable. Hemos visto ejemplos de tales compañeros alrededor de otras estrellas, por lo que es posible que el Sol pudiera tener uno también", indica.

De haber tenido la masa y distancia propuestas por las teorías, el planeta X (Némesis o Tyche, como también ha sido llamado) habría sido detectado por Wise, pero eso no agota las posibilidades. "Puede ser que exista un compañero lejano, pero es demasiado débil para ser detectado por Wise, debido a su pequeña masa o distancia del Sol. Así es que si se lleva a cabo un nuevo estudio de todo el cielo, que pueda detectar objetos incluso más tenues que Wise, entonces es posible que sea encontrado", dice Luhmann.