Natalia Duco Soler entra al Coliseo Central del Estadio Nacional, vacío, y cierra los ojos. Al frente tiene una imagen muy diferente a la del domingo pasado, cuando con miles de personas alentando, fue la mejor en el lanzamiento de la bala. Ella asegura que la energía que le enviaba esa gente ayudó al impulso final. Abre los ojos. "Fue místico, esa es la palabra. Fue mágico que la gente vibrara con la bala, un deporte que pocos conocen. Me di cuenta de que a mucha gente le importa lo que hago", asegura la lanzadora.

¿Había competido con tanto público a favor?

No, como digo fue místico, fue pura energía. En ese momento logré una concentración tal que pude usar esa energía para el lanzamiento. No es algo que siempre se logre. Son sensaciones interiores potentes. Esa gente quería que yo ganara, que yo lanzara. Logré usar esa energía y todos se fueron felices.

Se emociona al recordarlo.

Demostré lo que soy. Me lo demostré a mí misma y a los demás. Y creo que logré transmitirles a los demás esa pasión.

¿Cree que las actuaciones que tuvieron los chilenos en estos 12 días permita un aumento en la actividad deportiva o tal vez mejorar los resultados en alto rendimiento?

Claro que sí. Nosotros somos líderes, somos embajadores del deporte. Somos embajadores de una juventud que necesita un ejemplo, dónde verse. Los Juegos Sudamericanos van a ser fundamentales en ese desarrollo. Esos niños no sólo nos vieron competir; nos vieron ganar también, eso los va a motivar a ellos, va a motivar a sus mamás a llevarlos a hacer deporte, porque lo ven en Tomás González, en Bárbara Riveros, en Kristel Köbrich. Movemos multitudes.


Confianza en los Juegos 

La atleta sanfelipeña asegura que se relajó cuando se percató de que todo andaba bien con los Juegos. "Como embajadora chilena, en el mundo me preguntaban si estaba todo bien para los Juegos Sudamericanos; yo decía que sí, pero con la inseguridad de que se estaba haciendo esto por primera vez. Por suerte todo salió bien", confiesa.

¿Cree que han mejorado las políticas deportivas durante el último tiempo?

Sin duda que hemos mejorado, hay que agradecer todo el apoyo que tenemos. Pero esto tiene que ser un trampolín para que haya más apoyo, y que sea más profesional, más a largo plazo. Que exista más apoyo a los entrenadores, por ejemplo. Creo que ya pasó de moda eso del deportista que no tiene plata para ir a competir o entrenar.

Pero aún pasa mucho. Más aún ahora que deportistas perdieron sus becas por no conseguir oros o platas.

Las empresas tienen que darse cuenta de la oportunidad. Tienen que ver la cantidad de gente que vino aquí (Estadio Nacional), que fue a los otros recintos. Gente que se puso camiseta del chileno que competía y si no ganó, se sintió mal. La gente con recursos tiene que ponerse.

Usted está en ese grupo de las que ganó. ¿Quedó satisfecha con los 18,07? 

Quedé contenta, porque pude ganar y contenta con la marca también. Nunca antes en mi vida había competido en marzo. Haber hecho sobre los 18 metros en esas condiciones, en esta etapa del año, es muy positivo. Con la marca que hice hubiera sido sexta hace unos días en el Mundial.

Un 2014 a la vista 

Duco se tomará unos días libres, para después seguir con los entrenamientos. "Me di el tiempo de contestar miles de mensajes", explica.

Tal vez tome un pincel, pues su otra pasión de hace unos ocho años, la pintura, nunca queda de lado. "Sólo que no tengo mucho tiempo para dedicarle", dice, "aunque sí me relaja", agrega. Está desconectada, pero ya pensando en lo que resta de temporada.

¿Cuáles son sus metas para este año?

Mejorar, lanzar más cada día. Concentrar mis energías en entrenar diariamente, cada jornada probar nuevos límites.

Pero en términos de marca...

Es que no me pongo marcas, nada de números. No me pongo límites, porque los límites no se pueden traspasar ¿o no? Doy todo en cada lanzamiento no para hacer marcas, yo lanzo para que la bala no caiga jamás.

¿Santiago 2014 cambia en algo sus objetivos para el año?

No, mi plan es seguir compitiendo en el primer nivel. Este año hay Iberoamericano, Panamericano específico, la Copa del Mundo y las Diamond League que pueda.

¿De qué depende su ingreso a las Ligas Diamante?

Sólo de que haya bala, no hay en todas las fechas.

La Copa del Mundo es por equipos. Esa prueba la emociona, al parecer.

Sí, porque ahí nuevamente no me estaré representando sólo a mí misma, sino a toda América.

Este año probó en las competencias bajo techo. ¿Tiene pensado volver a competir indoor? 

Sólo hice el Mundial, pero no me fue bien. Es que es muy diferente. Estuve algo incómoda.

¿No le gustó?

No es eso, es que era diferente y el próximo año quiero volver, pero a hacer todo el circuito indoor. Sí me gustó: es un espectáculo único, donde la bala es el único lanzamiento, el lugar es muy distinto, con la gente encima. Sólo hay que acostumbrarse.